Los niños nerviosos o hipertónicos están inmersos en actividades psicomotrices. Precisan que los tranquilicen, ya que les cuesta inhibir el sistema nervioso. Para conseguirlo con eficacia, es conveniente hablarles en un tono de voz bajo y pausado.
TEN EN CUENTA CIERTOS CONSEJOS:
• Se los debe tratar con suma delicadeza, con el objetivo de transmitirles calma.
• Cuando lloran, hay que acudir a consolarlos con rapidez, para que su sistema nervioso no se sobreexcite.
• Darles masajes delicados, cantarles, ponerles música relajante… les ayuda a tranquilizarlos.
• Se debe evitar permanecer con ellos en ambientes cerrados con un exceso de ruidos.
• También es importante cuidar los colores y la decoración de su cuarto. Los tonos rosa, salmón y celeste pastel son relajantes.
• Es preferible colocar pocos estímulos; cuanta más amplitud de espacio tenga, mejor.
• Un ejercicio muy saludable para ayudarlos a mantener la atención – a estos niños les cuesta más las tareas cognitivas – es procurar que fijen la mirada en la de su madre o en algún objeto durante unos minutos.
Con una mamá tranquila, son menos irritables y su sistema nervioso se equilibra. Cuando el carácter de la madre también es inquieto, se debe actuar con mucho tacto. Es indispensable controlar los nervios; una buena idea es decidir que el padre o cualquier otra persona cercana al entorno familiar del pequeño se encargue de las tares con el bebé que resulten más difíciles –darle la comida, por ejemplo-.
Otra recomendación es que no tengan muchas personas diferentes que se ocupen de su cuidado. Sin duda, suelen llamar más la atención los niños excesivamente inquietos. Los niños que viven relajados, como se los considera buenazos, no provocan las quejas de los padres. Sin embargo, éstos también requieren un cuidado especial, que haga hincapié en los aspectos de su evolución que se debe potenciar.
