Los desmayos se presentan siempre que el cerebro no recibe suficiente sangre o azúcar. Estas situaciones se presentan, por ejemplo, cuando el niño se encuentra en habitaciones llenas de gente y falta el aire, o donde hace mucho calor.
También puede ocurrirle cuando sale de casa a la mañana sin ingerir ningún alimento: la falta de azúcar en la sangre (hipoglucemia) podría ocasionarle un desmayo.
En otros casos, lo que lo origina es la caída brusca de la tensión arterial, que hace que el cerebro no reciba suficiente sangre, hemorragias, después de estar mucho de pie, insolación,….
QUE HACER EN ESOS CASOS:
Lo primero que hay que hacer es acostarlo boca arriba en el suelo y levantarle las piernas para que la sangre llegue más fácilmente al cerebro. Colocarle la cabeza de costado para evitar que se asfixie si llega a vomitar. Aflojar la ropa demasiado apretada y permitir que le llegue aire fresco a la cara.
Si se sospecha que la causa es la falta de alimento, habrá que darle agua azucarada en cuanto se despierte o bastará con colocarle en la boca un poco de azúcar. Aunque el desmayo parezca carecer de importancia, no hay que dejar de consultar al médico; sólo él puede decidir acerca de la posible gravedad del caso.