Las alergias alimentarias no son tan comunes como nos creemos, aunque según la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), entre el 4% y el 8% de los niños tienden a desarrollar una o más alergias alimentarias.
Pero afortunadamente este tipo de alergias que se presentan con más frecuencia son menos graves y suelen desaparecer cuando el niño crece.
¿Qué son las alergias alimentarias?
Las alergias son una respuesta inmune a ciertas proteínas en los alimentos. Los síntomas de las alergias pueden ser más graves que los síntomas de la intolerancia alimentaria.
Cuando un niño tiene alguna de estas alergias alimentarias, su sistema inmunológico reacciona de forma exagerada y produce anticuerpos contra el alimento como si fuera un virus u otro invasor extraño peligroso.
Esta reacción inmune es la que produce los síntomas de la alergia.
Los desencadenantes de alergias alimentarias más comunes en los niños son:
- frutos secos (nueces, almendras, anacardos, pistachos)
- leche de vaca
- huevos
- pescados y mariscos (camarones, langosta)
- soja
- trigo
Síntomas de alergias alimentarias
Una verdadera alergia alimentaria puede afectar la respiración, el tracto intestinal, el corazón y la piel de su hijo.
Un niño con alergia alimentaria desarrollará uno o más de los siguientes síntomas entre unos minutos y una hora después de ingerir el alimento:
- congestión, secreción nasal
- tos
- diarrea
- mareos, aturdimiento
- picazón alrededor de la boca o los oídos
- náuseas
- protuberancias rojas que pican en la piel
- erupción enrojecida con picazón
- dificultad para respirar, dificultad para respirar
- estornudar
- dolor de estómago
- sabor extraño en la boca
- hinchazón de los labios, lengua y / o cara
- vómitos
- sibilancias
Alergias alimentarias frente a intolerancia: ¿Cómo diferenciarlas?
Reaccionar a un alimento en particular no significa
necesariamente que el niño tenga una alergia alimentaria. Algunos niños son intolerantes a ciertos alimentos.
La diferencia es que una alergia alimentaria involucra el sistema inmunológico del niño, mientras que la intolerancia alimentaria generalmente se basa en el sistema digestivo. La intolerancia alimentaria es mucho más común que la alergia alimentaria.
Las alergias alimentarias tienden a ser más peligrosas. Por lo general, el niño deberá evitar por completo el alimento que le causa daño. La intolerancia a los alimentos a menudo no es tan grave. Es posible que el niño pueda ingerir pequeñas cantidades de la sustancia.
Debido a que los síntomas de la intolerancia a los alimentos a veces son similares a los de una alergia alimentaria, puede ser difícil para los padres notar la diferencia.
En cuanto a la intolerancia alimentaria los síntomas son digestivos como: hinchazón, gases, diarrea, náuseas, dolor de estómago y vómitos.
Qué hacer si el niño tiene alergia alimentaria
Si sospechas que tu hijo tiene una alergia alimentaria, consulta a su pediatra. El médico puede identificar qué alimento está causando el problema y ayudarlo a desarrollar un plan de tratamiento. Es posible que necesite medicamentos como antihistamínicos para tratar los síntomas.
¿Cuál es el tratamiento a seguir si el niño tiene alergia alimentaria?
En primer lugar, es importante conocer los síntomas y el contexto en el que sucedió la reacción, el tiempo y la cantidad de alimento ingerido.
No existen medicamentos para prevenir las alergias alimentarias. El objetivo del tratamiento es evitar los alimentos que causan los síntomas.
Después de ver al médico y encontrar alimentos a los que el niño es alérgico, es muy importante evitar estos alimentos y otros alimentos similares en ese grupo de alimentos.
Algunos niños, bajo la dirección del médico, pueden volver a recibir ciertos alimentos después de tres a seis meses para ver si han superado la alergia.
Muchas alergias pueden ser de corta duración en los niños y la comida se puede tolerar bien después de los 3 o 4 años.
Prevención de alergias alimentarias
El desarrollo de alergias alimentarias no se puede prevenir, pero a menudo se puede retrasar en los bebés siguiendo estas recomendaciones:
- Si es posible, debes amamantar a tu bebé durante los primeros seis meses.
- Evita darle alimentos sólidos hasta que tenga 6 meses de edad o más.
- Evita la leche de vaca, el trigo, los huevos, el maní y el pescado durante el primer año de vida.
- En niños menores de 1 año incorporar alimentos alérgenos de a uno por vez para probar tolerancia al mismo y en el momento indicado por el especialista.
Recuerda que es muy importante si hay antecedentes de padres alérgicos a algún alimento, éste debes incorporarlo progresivamente para darte cuenta si el niño también lo es.
Toma estas medidas preventivas y si tienes cualquier duda o notas algún síntoma en el niño, consulta de manera inmediata al pediatra.
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