En los nueve meses que tu bebé crece dentro de tí, lo que comes, y lo que no, influirá en su salud.
IMPORTANCIA DEL YODO:
–Las necesidades diarias de yodo se duplican en el embarazo y la lactancia. Cuando la embarazada no recibe suficiente yodo a través de su dieta, la producción de una hormona llamada tiroxina resulta insuficiente, lo que provoca «el incremento de abortos, malformaciones congénitas, de los trastornos de la deglución y respiratorios, de alteraciones neurológicas, de las sordera, hipotiroidismo, y de la disminución en el cociente intelectual del niño de hasta 10 puntos».
–Se encuentra en la sal yodada, en pescados de mar, mariscos, frutas (piña, uvas, pera, limón), verduras (espinacas, zanahorias, cebollas, nabos), huevos, lácteos, carnes y cereales.
–Como no es fácil lograr los requerimientos mínimos, las autoridades sanitarias recomiendan que las embarazadas y las que den el pecho a sus bebés tomen suplementos de este mineral, ya que el feto y el recién nacido es incapaz de producir la suficiente tiroxina.
ATENCIÓN SI..En España existen determinadas zonas endémicas de bocio. Se debe a que sus tierras son pobres en yodo, así como sus aguas y los vegetales que crecen en ellas. Si vives en alguna de estas áreas debes consultar con tu ginecólogo.