Para la mayoría de los bebés, el primer método de movimiento es rodar. Si el niño quiere coger algo que no está a su alcance, él se las ingeniará para cogerlo, ya sea estirándose, rodando, etc. Cuando el bebé descubre que puede rodar, el movimiento se convierte en una aventura que repite una y otra vez. Esta forma es la más fácil y suele surgir en los primeros meses de vida. Apoyado sobre su estómago, el bebé comienza alzando la cabeza y después se inclina sobre un costado. Cuando los músculos del cuello y los brazos empiezan a tener más fuerza, será el momento de empezar a rodar. El siguiente paso es acercarse a algo que le interese con este movimiento.
Para la mayoría de los bebés, el giro inverso, de atrás hacia adelante, aparece un poco más tarde, a los 5 meses. En torno a los 6 meses, los niños son expertos en girar y rodar. El siguiente paso que los niños conseguirán será sentarse y gatear solos. Verás lo felices que son cuando van descubiendo ellos mismos estas cosas. Cuando el bebé comienza a girar, es importante que los padres le vigilen y que no lo pierdan nunca de vista. Si queremos fomentar su desarrollo, se recomienda que coloquemos juguetes, un poco más alejados para ver como él mismo se las ingenia para llegar hasta ellos.
Girar con seguridad es una forma de ejercitar los músculos del cuello y de las extremidades. Es un tipo de gymnasia que ayuda a fortalecer los músculos del niño. Podemos decir que será la primera gimnasia que practicará en su vida.
Imagen: cuidado infantil