Durante los primeros meses de vida, el bebé observa el mundo con curiosidad y es que es normal ya que no conoce nada de su alrededor. El recién nacido pasa la mayor parte del tiempo tumbado sobre la espalda contemplando el techo, y poco a poco, irá observando pequeñas cosas como las bombillas, entre otras cosas. El cambio del bebé empieza cuando los músculos del cuello cobran más fuerza y el bebé es capaz de alzar la cabeza y de sujetarla.
Al cabo del tiempo, los primeros meses, comenzará a sentarse, aunque se caerá en seguida. Hay que tener paciencia, el desarrollo de un bebé es muy lento y sus músculos también. Cuando nos demos cuenta, nuestro pequeño pasará a sentarse incluso sin ayuda. Una vez ha aprendido a sentarse le encanta y hace todo lo posible por estar siempre en esta postura, en vez de tumbado. En este momento aparece la cocina «postura trípode» que consiste en estar sentado, erguido, sujetandose con las manos.
Alrededor de los 5 a 7 meses, la mayoría de bebés se sientan solos, sin ayuda. Los músculos ya están casi desarrollados por lo que él mismo tiene fuerza para conseguir sentarse. Esta postura es su preferida ya que pueden ver todo lo de su alrededor, sin nigún problema. A partir de aquí, cuando se mantiene solo sentado durante unos minutos… comenzará otro gran importante paso, el de gatear. Conforme pase el tiempo y el niño vaya creciendo más, vendrán los siguientes pasos como el de caminar. Esta etapa es una maravilla para los padres, sobre todo si son primerizos.