Para reforzar las defensas en los niños es primordial llevar un estilo de vida saludable, es decir tener buenos hábitos y una dieta equilibrada. Gran parte de los problemas de salud que sufren los niños se pueden prevenir si aumentamos sus defensas.
El organismo cuenta con sus propios mecanismos inmunitarios, pero se puede reforzar y ayudar por distintos medios. Por ejemplo, mediante una buena alimentación podemos protegerlos de posibles enfermedades.
¿Cómo ayudarlos a reforzar sus defensas?
- Incorporar frutas y verduras en su dieta diaria
- Mantener fuerte la flora intestinal
- Dormir las horas necesarias
- Amamantar a tu pequeño
- Hacer ejercicio
- Enséñale el hábito de la buena higiene
- Deja de fumar delante de los niños
- No es buena idea darle antibióticos cada vez que se resfríe
Aumentar sus defensas: alimentos y microbiota saludable es fundamental
El sistema inmunológico de los niños puede verse afectado si no está respaldado por alimentos saludables. Para mantenerlos bien alimentados es fundamental limitar la ingesta general de aditivos y azúcar.
Además, es ideal consultar con el pediatra para averiguar qué alimentos son alérgenos.
Cuando un niño tiene una alergia a algún alimento su digestión sufre y la inflamación aumenta. Por lo tanto, defenderse de los virus y las bacterias es algo mucho más difícil.
Ocurre algo similar cuando ingiere más aditivos y conservantes de los que su cuerpo puede soportar; de hecho, el exceso de azúcar también puede causar inflamación. Debes incorporar en su dieta muchas frutas y verduras frescas, nueces, semillas, legumbres y proteínas.
Mantener la microbiota
Son las bacterias amigables que se encuentran de manera natural en nuestros intestinos. Protegen nuestro tracto digestivo, nos ayudan a digerir los alimentos y nos protegen de las bacterias y virus invasores.
Se recomienda tomar alimentos con alto contenido de bacterias vivas como lácteos fermentados, yogur. Alimentos prebióticos que tienen fibras no digeribles como zanahoria, puerro, papaya, membrillo, manzana, plátanos.
Dormir lo suficiente
La falta de sueño en los niños hace que sean más susceptibles a las enfermedades. Por lo tanto, es importante que duerman la cantidad necesaria de sueño según su etapa de crecimiento.
Un bebé recién nacido debería tener 18 horas de sueño por día y, para cuando se convierta en un niño, la cantidad de horas debería reducirse a entre 12 y 13 horas. Los niños en edad preescolar deben dormir entre 10 y 12 horas.
Amamantar a los niños
Los niños amamantados a menudo son más saludables y tienen menos alergias, debido a los anticuerpos protectores que estimulan el sistema inmunológico que se encuentran en el calostro, la “primera leche” producida por madres lactantes.
Hacer ejercicio
Realizar ejercicios y jugar al aire libre es un factor que protege frente a la obesidad y fortalece las defensas del niño.
El ejercicio físico aumenta la frecuencia respiratoria y la renovación del aire en el sistema respiratorio produce un lavado de virus y bacterias que reduce la probabilidad de contraer enfermedades.
Buena higiene
El hábito de higiene bien desarrollado evitará que tus hijos propaguen gérmenes. Debes asegurarte que los pequeños se laven bien las manos con agua y jabón antes y después de cada comida, después de jugar con las mascotas y después de ir al baño.
También que se laven las manos cuando regresan a casa si viene de afuera.
No fumar si hay niños presentes
El humo del cigarrillo contiene más de 4000 toxinas que irritan las células. Ser un fumador pasivo es peligroso, especialmente para los niños.
Esto se debe a que los niños respiran a un ritmo más rápido que los adultos y el proceso de desintoxicación natural de su cuerpo está menos desarrollado.
Evita los antibióticos a menos que el pediatra los recomiende
Darle demasiados antibióticos no es bueno. Cuando el cuerpo se vuelve inmune a los medicamentos, será muy difícil curar los problemas más pequeños.
Como resultado, es posible que debas aumentar la dosis cada vez. Esto no es aconsejable.
Otros consejos importantes para mantener buenas defensas
- Pasar demasiado tiempo frente a la televisión y otros aparatos electrónicos hace que sus pequeños se sientan aletargados y aburridos. Deben estar en movimiento y salir al aire.
- Puede jugar con libros, colorear, ir al parque, usar la imaginación para crear y construir. Jugar con rompecabezas, esto mejorará su desarrollo mental.
- Beber mucha agua ayuda a mantenerlo hidratado y a reforzar las defensas. Es uno de los mejores estimulantes inmunológicos naturales para los niños.
- La hidratación ayuda al cuerpo a combatir los resfriados y eliminar las bacterias por la orina, lo que puede reducir el riesgo de que el niño desarrolle una infección del tracto urinario.
¡Cuidemos la salud de los pequeños para prevenir enfermedades y tengan una buena calidad de vida!
