Te ofrecemos ciertas nociones sobre determinados alimentos y sus beneficios tanto para ti como para tu bebé, durante el embarazo.
LOS ESPÁRRAGOS:
Hoy en día es muy posible encontrar espárragos frescos casi todo el año gracias a los invernaderos, aunque su mejor época es en la primavera. Los espárragos, aparte de su estupendo sabor, son ricos en ácido fólico: una ración (unos siete espárragos) facilita el 69% de la cantidad diaria recomendada. También son un remedio para los ardores de estómago típicos del embarazo y su elevado contenido en fibra aporta sensación de saciedad y evita el estreñimiento. Prepáralos cocidos en agua con sal, azúcar y un chorrito de limón o a la plancha, y añádelos a ensaladas. Un plato muy completo es en forma de revuelto con huevo.
LAS CEREZAS:
La cereza es rica en fructuosa, si bien su valor calórico es moderado respecto de otras frutas. Aporta cantidades significativas de fibra, que mejora el tránsito intestinal. Pero, lo que en realidad destaca de las cerezas en su contenido en flavonoides, que evitan la formación de retención de líquidos y varices, y ácido elágico, un excelente antioxidante. Tiene cantidades importantes de potasio. Como resultan muy fáciles de transportar, son un excelente tentempié de media mañana para llevarte a la oficina.