Hay personas que piensan que si la mujer embarazada hace deporte, sobre todo, en el tercer trimestre del embarazo, puede adelantársele el parto. Parece ser que esto no es cierto ya que no hay ningún estudio que lo demuestre.
El parto lo inicia el feto produciendo ciertas hormonas que desencadenan contracciones en el organismo de la madre. Cuando es necesario provocarlo, los ginecólogos recurren a la maniobra de Hamilton, que consiste en separar del cuello del útero la membrana de la bolsa amniótica; en caso de que en pocas horas no haya contracciones, administramos a la madre prostglandinas por vía vaginal, si el cuello del útero no está maduro, u oxitocina por vía endovenosa, si el cuello uterino ya está maduro.
Hay bebés que nacen a los 10 meses, es decir, se retrasan en su hora de salir al mundo. No hay que preocuparse si el embarazo se retrasa, incluso, puede haber un error en el cálculo de la fecha probable de parto y todavía no se haya salido de cuentas. El ginecólogo estará al tanto de que todo salga bien.
Lo que sí es bueno es dar un paseo todos los días, pero sin agotarse, ya que conviene conservar las fuerzas para el parto.