No existe el campamento perfecto para los niños. El mejor campamento es el que más agrade a tu hijo. Algunos niños estarán más contentos en grupos pequeños. Otros preferirán los grupos grandes. A algunos niños les gusta la rutina, pero otros prefieren nuevas aventuras cada día. Algunos elegirán actividades deportivas, mientras otros optarán por actividades manuales. Antes de enviar a tu hijo a un campamento, habla con él, conoce sus deseos, sus gustos, y busca la mejor opción que será la que mejor se adapte a las expectativas familiares.
Antes de enviar a tu hijo a algún campamento, valora su situación personal.Si ésta es su primera experiencia fuera de casa, haz lo posible para que él disfrute y vuelva contento. El miedo de enviarle a estas actividades es normal. Las noticias de accidentes relacionadas con los campamentos son frecuentes. Es normal que los progenitores desconfíen a la hora de dejar a sus hijos en manos de extraños, lejos de casa, durante una, dos o tres semanas.
Estas actividades contribuyen decisivamente a la maduración del pequeño, estimulan su autonomía y su responsabilidad, fortalecen sus vínculos con el entorno, contribuyen a que el pequeño aprenda a convivir con otras personas, y ayudan a desarrollar sus habilidades sociales. Si habéis decidido enviar a vuestro hijo a un campamento, más vale que os informéis al máximo acerca del programa de actividades, del lugar, de las instalaciones y del personal que les acompañará para la tranquilidad de todos. Si la elección ha estado bien calculada y pensada, seguramente el campamento será una buena experiencia infantil.
Los padres necesitan un campamento que sea económico y esté en un lugar conveniente, que ofrezca un ambiente seguro y educativo, fiable, limpio, y que esté abierto cuando tú lo necesites. Los niños necesitan un campamento para hacer amigos, construir relaciones personales con adultos confiables, desarrollar pasatiempos e intereses, redefinir sus habilidades, y que destine parte del tiempo a jugar y relajarse.
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