Cuando alguna pareja no puede tener hijos biológicos, siempre les queda otras vías como la adopción. La adopción internacional es un tipo de adopción por la cual un individuo o una pareja se convierten en los portadores legales y permanentes de un niño o niña nacido en otro país. Las adopciones internacionales no suelen suponen ningún problema de adaptación para los niños, aunque no todos los casos tienen porque resultar una historia perfecta. Sin embargo, educar y criar a un niño en una cultura totalmente diferente a la suya puede desembocar en un problema psicológico para ellos.
Los niños pequeños tienen un alto grado de resiliencia, es decir, tienen facilidad para sobreponerse a experiencias de dolor emocional y traumas y a que sus familias adoptivas trabajan para contrarrestar las vivencias adversas vividas anteriormente. Sin embargo, esto no igual en todos los casos. Lo primero que deben hacer los padres adoptivos es contarles que son adoptados cuando tengan cierta edad y si quieren saber sobre su pasado, ayudárles a conocerlo.
Un niño que nada más nacer ha estado en un orfanato tiene más probabilidades de tener problemas de adaptación. Lo mejor sería que pasasen por familias de acogida, lo que les permitiría aprender a crear relaciones y vínculos afectivos. Como en esta situación se les da una atención personalizada relacionada con sus emociones, ellos después sabrán gestionar mejor sus emociones. Lo mejor que pueden hacer los padres adoptivos si ven que su hijo está teniendo problemas para integrarse es consultar con un profesional y que le traten ya que de esta manera se podrá prevenir un programa grave en el futuro adulto.