El aumento de peso durante el embarazo, es algo importante para casi todas las madres. Puedes ver que tu figura se va adaptando en cada mes que transcurre. Lo normal es aumentar unos cuantos kilos ya que no solo comes por ti, sino que tu bebé se alimenta de lo que ingieres y claro ¡tienes que comer mas!
Pero comer más y el aumento de peso es una cosa que ha de estar vigilada por tu médico. Es normal el aumento de peso, pero no el sobrepeso. Para evitar esto has de mantener una alimentación sana, equilibrada y apta para tus condiciones. No todas las personas son iguales y lo que a una les sienta bien, a otras les puede venir muy mal. La nutrición has de comentarla con tu médico y buscar la mejor solución.

Debes ser una mamá feliz y disfrutar de estos momentos únicos del embarazo. Pero claro no queremos engordar más de la cuenta. Es un horror verte con muchos kilos de más, después del parto. Por ello, aunque estés embarazada es importante cuidar de tu peso. Engordar es normal, pero dentro de una serie de kilos que el médico te comentará. Pero además, evitar engordar demasiado en el embarazo, puedes tener en cuenta, una serie de consejos que te dejo.
Primero no te saltes ninguna comida. Procura comer a menudo, pero no demasiada cantidad. Deberás hacer cinco comidas al día. Desayuno, comer algo a media mañana como una pieza de fruta, luego la comida, la merienda y la cena. Si tienes una fiesta no comas antes, si piensas hacerlo en ella. Además no lo pongas como excusa, no debes comer en exceso.
Es importante que tu cuerpo tenga todos los nutrientes que necesite. Has de dar prioridad a esto. Así que procura satisfacer las necesidades tradicionales. El médico puede aconsejarte incluso vitaminas y nutrientes adicionales. Puedes comer tanta fruta y vegetales como quieras. Es una buena fuente de alimento. Incluso si tu cuerpo está bien alimentado, la sensación de hambre desaparecerá.
Otra idea es comer tranquila y despacio. Las prisas no sirven de nada. De lo contrario la comida parecerá no alimentarte y necesitará más. Es importante comer tranquila, masticar bien y despacio. Incluso puedes tomar un vaso de agua para llenarte aún más. Además te ayudará a estar hidratada.
Respetar los horarios de la comida será esencial. A veces con los nervios o la ansiedad puedes saltarte «a la torera» las horas de comida y picotear a todas horas. Si tu problema es de peso, vigila lo que comes y cuando lo comes. No pongas excusas que note benefician en nada. Implicate con una buena alimentación.
Los gustos te los puedes dar pero de forma ocasional. Procura reducir al mínimo la ingesta de grasas en exceso, frituras, azúcar y dulces. Las necesidades nutricionales son más importantes que los placeres, en este caso. Ya sabes que la vida no es solo tuya, ya que tu hijo está dentro de ti. Si tienes un antojo muy grande de algo que sabes que no debes comer… puedes hacer una cosa, da un solo bocado y listo. También puedes darte un capricho a la semana. Pero es importante mantenerte firme.
Además es bueno que te muevas y hagas ejercicio. Siempre unos ejercicios correctos para el estado en el que te encuentras. Pero piensa que un cuerpo acostumbrado a la gimnasia y tonificado, cogerá menos peso y después del parto, el cuerpo se recuperará antes con buena forma.