El Método del Doctor Estivill es uno de los más seguidos actualmente y, según los que lo han probado, funciona en un 95% de los casos. Para él, lo primero que hay que hacer es enseñar el hábito del sueño, que dormir se convierta en algo rutinario y mecánico y que no suponga un trauma la hora de irse a la cama.
Para los niños menores de 3 meses hay que tener en cuenta que es muy importante distinguir entre la luz del día y la oscuridad propia de la noche. El niño, desde los primeros meses, debe asociar que de día hay luz y que cuando es de noche está completamente oscuro. También es conveniente que diferencie el ruido habitual en el día y el silencio que reina en la noche. Durante el día el niño debe aprender a dormir con los ruidos habituales que hay en una casa. En cambio, durante la noche hay que procurar que los ruidos sean menos intensos, intentando bajar el volumen de la televisión, no elevando la voz, etc… Hay que establecer la misma rutina cada día, con un horario ordenado y repetitivo. El niño deberá dormir en su cuna en la misma habitación que los padres pero nunca en la cama con ellos. Se recomienda el traslado del niño a su cuarto a partir de los 3 meses.
Lo que NO debemos hacer para dormirlo: cantarle, mecerlo en la cuna o en los brazos, darle el biberón para dormir, ponerlo en nuestra cama, pasearlo en cochecito, darle palmaditas o acariciarlo… En el supuesto de que estas medidas fallen, el Dr. Estivill propone un plan alternativo al que llama la “reeducación del sueño”.