En muchas ocasiones, el chupete se cae al suelo y no tenemos agua para limpiarlo cerca. Nuestro bebé comienza a llorar y exige que le demos el chupete. Ante esta situación, uno de los padres se mete tal chupete a la boca para limpiarlo y se lo da a su bebé. ¿Es esto recomendable? Al parecer esto podría ser bueno para la salud del bebé no sólo por protegerles de una posible infección. Un estudio ha revelado que los niños serían menos propensos a tener asma y erupciones si los padres «limpian» los chupetes con la boca. Es posible que el traspaso de los microbios de la boca de los padres a los bebés refuerce la diversidad bacteriana del sistema digestivo y la inmunidad de los niños pequeños.
Un ejemplo tratando este tema es el del parto vaginal. Todos los niños que nazcan por parto natural, en vez de cesárea, al haber estado expuesto a más bacterias maternas, tienen menos riesgo de padecer alergias en su niñez y juventud. Por otro lado, existe una forma muy útil limpiar el chupete y que no haya problemas de bacterias. Durante los primeros meses, se recomienda esterilizarlos una vez al día y también cuando se compra un chupete nuevo. Para esto puedes ponerlos a hervir en agua durante algunos minutos, de la misma forma que se esteriliza un biberón. Una vez esterilizado recuerda de dejarlo enfriar antes de dárselo. Si el chupete se cae en el piso de tu casa no hace falta que lo esterilices nuevamente, sólo enjuágalo con agua caliente. Pero si se cae en la calle mejor estirizarlo de nuevo.