Muchos recién nacidos tienen las uñas largas y finas y se arañan en la cara al mover sus manos de forma incontrolada. Para evitarlo, lo mejor es cortárselas. Los padres temen mucho este momento por si le hacen un corte o le hacen daño. Imaginad lo que es cortarle las uñas a alguien que no para de moverse y que tiene unas uñas diminutas. Vamos a daros algunas pautas para que no tengáis ni miedo, ni problemas, en llevar esta tarea a cabo.
- Un buen momento para cortarle las uñas al niño es mientras el pequeño duerme o, si está despierto, hacerlo entre dos personas.
- Las uñas son muy blanditas y se cortan con facilidad, especialmente si las cortamos después del baño.
- Se deben usar unas tijeras especiales de punta redondeada.
- No debemos cortarlas muy al ras del dedo para no provocarle una herida.
- Es preferible cortar las uñas en forma cuadrada en lugar de redonda para que no se encarnen.
- A partir de los seis meses puedes utilizar un cortauñas especial para bebés.
- Mantén limpios y secos las tijeras o el cortaúñas que utilizas para tu bebé y no lo dediques a otros usos.
- Coloca las tijeras de modo perpendicular al dedo para no adentrarnos demasiado en la piel.
- Hazlo de forma ágil y lo más rápidamente posible para que el bebé no se canse
- la higiene es importante porque previne, entre otras cosas, que el bebé se arañe y pueda infectarse con las uñas.
- Las uñas de las manos de los bebés crecen de una forma muy rápida, por lo que hay que cortarlas semanalmente.
- Si las uñas no están demasiado largas, lo mejor es que utilices una lima.