El embarazo es un periodo en que tu cuerpo sufre una gran cantidad de cambios, sobre todo en las piernas, porque la presión del feto sobre el suelo pélvico dificulta bastante el retorno venoso.
¿Qué podemos hacer para aliviar esta situación?
-En este momento es obligado cuidar nuestra salud y preparar nuestro cuerpo para asumir todos estos cambios.
–Alejar las piernas de fuentes de calor directas (estufas, braseros, mantas eléctricas…) ya que provocan dilatación de las venas y, en consecuencia, la aparición de problemas circulatorios.
-Buen momento para empezar a utilizar medias terapéuticas de descanso.
-Establecer pautas para controlar el peso y mejorar el tránsito intestinal.
-Realizar actividades deportivas adecuadas a nuestra edad y estado físico para cuidarnos física y psicológicamente. Las más indicadas son caminar y nadar.
-Es de vital importancia cuidar y nutrir nuestra piel. Tras la ducha, utiliza crema hidratante para mantener la piel lo más elástica posible y evitar al máximo la aparición de estrías.
-En nuestra actividad habitual, si tienes que estar mucho tiempo sentada o de pie (estática), es necesario realizar movimientos de presión contra el suelo (punta-talón) y beber abundante líquido, así como utilizar una silla con respaldo para mantener una postura adecuada.
-Es conveniente no depilarse utilizando métodos agresivos como la cera o cualquiera que represente lo más que favorecen la aparición de varículas.
–No vestir con ropa apretada.
-Aconsejamos calzar con un talón de 2-3 cm, no cruzar las piernas y, siempre que sea posible, al sentarse, poner las piernas en alto. Anda descalza siempre que puedas.
-Periodo ideal para programar un masaje circulatorio con un profesional cualificado que nos ayude a preparar las piernas activando la circulación sanguínea y linfática para disminuir la aparición de edemas y venas varicosas.
-Por la noche, antes de ir a dormir, efectuar un suave masaje circular en las piernas de abajo hacia arriba (de 3 a 5 minutos de duración) con una crema para la circulación. Se aconseja dormir con las piernas un poco elevadas para favorecer la circulación.
Fuente: sigvaris