Tu ginecólogo te habrá dicho que hay algunas actividades de riesgo que están prohibidas, o mejor dicho que no se deberías hacer durante el embarazo. A parte de las náuseas y el cansancio, lo más probable es que te sientas bien durante los próximos nueve meses, así que el hecho de que todos los que te rodean te digan lo que debes y no debes hacer en tu estado resulta irritante. Estás embarazada, pero no ¡inválida!. Pero en realidad también es que ahora eres más vulnerable que antes. Sabes que están completamente desaconsejados el tabaco y las bebidas alcohólicas, pero también hay alimentos o costumbre que, aunque parezcan inocuos, han de evitarse.
Te enúmeramos algunas de ellas:
1.Teñirse el pelo:
Aunque existen agentes químicos peligrosos en el tinte del pelo, para que exista un riesgo de daño tendrías que exponerte a una dosis mayor de la que se utiliza en la peluquería. Es menos probable que el bebé se vea afectado por estas sustancias pasado el primer trimestre, así que quizás prefieras esperar ese tiempo para teñirte o hacerlo con un tinte vegetal. También puedes optar por reflejos o mechas, ya que el producto no entra en contacto con la corriente sanguínea a través del cuero cabelludo.
2. Tacones altos:
Estar embarazada no tiene por qué implicar ir mal vestida. Pero en lo que se refiere a los tacones altos, has de tener precaución. No sólo pueden empeorar el dolor de espalda que estás experimentando, sino que, a medida que crece la tripa, el centro de gravedad cambia, haciéndote más suceptible a los resbalones y las caídas, y una caída durante el embarazo puede ocasionar desprendimiento de placenta (en el que la placenta se separa de la pared uterina) u ocasionar algún trauma al bebé. Por eso es mejor utilizar zapatos con cuñas.
3. Utilizar una sauna:
Las saunas no están recomendados, ya que aumentan tu temperatura corporal de forma considerable, y una temperatura sostenida superior a los 37°C aumenta el riesgo de algunos defectos en el cerebro y la columna, y en algunos casos extraños ocasiona aborto.