Cuando el niño cumple los dos años aproximados, empieza a notarse su autonomía. Primero, empieza a querer hacer cosas sin ayuda, por sí mismo. Cuando el niño es pequeño quiere estar siempre con sus papás; le gusta que le vistan, le den de comer, lo bañen y le den mucho cariño. Sin embargo, cuando ya tiene los 24 meses, quiere tener más autonomía y se pone contento cuando hace las cosas solito. En esa etapa, el niño quiere vestirse solo aunque seguramente no lo hará de manera correcta. Sin embargo, lo mejor es felicitarle por lo mayor que se está haciendo y ayudarle a que se termine de vestir bien o enseñarle cómo debe hacerlo.
El niño de dos años quiere hacerlo todo solo: vestirse, comer, jugar… es normal que en esta etapa rechaze cualquier ayuda y no debéis pensar que está siendo rebelde sino que es una etapa de su ciclo vital. Los papás deben ser diplomáticos y permitir que sea el propio niño el que intente hacerlo solo. También es probable que a la hora de comer, el niño rechaze ciertos alimentos. Para el niño es sólo un juego aunque para los padres sea una preocupación. Lo que pretende el niño es captar la atención de sus protectores y que sepan que él está siendo más independiente ya que toma sus propias decisiones.
También suele jugar solo en esta etapa. Es aconsejable que los padres vean la valentía del niño ya que quiere hacerlo todo solo, en vez de enfadarse con él. Este proceso puede durar décadas pero a los dos años ya se distinguen los primeros indicios de este largo viaje.