El déficit de leche materna existe y es una de las grandes preocupaciones de las madres en época de lactancia, sobretodo de las madres primerizas. Aunque puede existir una causa real de déficit de leche materna, realmente es muy poco habitual que ocurra. Generlamente las madres no tienen ningún tipo de problema en la producción de leche materna y sus miedos son infundados. No obstante, vamos a ver este tema un poco más a fondo.
Hipogalactia: un déficit de leche materna real
A la falta o baja producción de leche materna se le denomina hipogalactia y esta ocurre por motivos médicos justificados. En la actualidad, existen factores que pueden afectar a la producción de leche materna y, en consecuencia, a la correcta alimentación del bebé. Pero se trata de una minoría la que lo padece de manera real.
¿Cuáles son las causas de la Hipogalactia?
- Alteraciones de la tiroides que no han sido diagnosticadas a tiempo. Entre ellas: el hipotiroidismo, hipertiroidismo o tiroditis postparto. En estos casos, una vez diagnosticada, la madre tomará una medicación compatible con la lactancia. De esta manera, la producción de leche no debería verse afectada.
- Trastornos alimentarios que produzcan una ausencia de menstruación (amenorrea sostenida) en el tiempo.
- Hipoplasia mamaria. Se trata de una alteración en los senos de la madre la cual afecta al tejido mamario. En este caso el pecho tiene un crecimiento defectuoso, pero no tiene nada que ver con el hecho de tener poco pecho. Es más complejo que esto.
- Haber tenido una cirugía de reducción mamaria.
- Padecer ciertas enfermedades como: Síndrome de Shehann, el Síndrome de Ovarios Poliquísticos, diabetes u obesidad mórbida.
- También pueden darse otros factores como: la retención de la placenta, una cesárea de urgencia o programada, o la toma de ciertos medicamentos. Todo esto podría afectar de manera temporal a la producción de leche materna.
Déficit de leche materna: ¿Cómo saber si el bebé está recibiendo una cantidad de leche adecuada?
Para saber si el bebé está recibiendo la suficiente leche es importante prestar mucha atención a dos factores:
¿El bebé está ganando peso?
Piensa que un recién nacido debe ganar alrededor de 120-150 g a la semana. Si ves que esto no está pasando y tu bebé no aumenta de peso, es esencial que lo consultes con su pediatra. Esté hará una oportuna valoración de lo que está sucediendo.
Generalmente esto debería ser descubierto por el pediatra, el cual en las revisiones rutinarias controlará el peso del bebé. De esta manera es importante no obsesionarte con pesar diariamente al bebé.
Número de pañales que moja el bebé
Otro factor que puedes controlar es el número de pañales que moja el bebé. De esta manera podrás comrpobar si está recibiendo la leche suficiente. Ten en cuenta que si el bebé moja pocos pañales (menos de 6 veces al día) y su orina es amarilla y de olor fuerte, es importante que consultes al pediatra.
Por otro lado, también puedes controlar el número de tomas y el tipo y cantidad de deposiciones que hace el bebé. Valorando el aspecto y consistencia. Si creemos que existe algún tipo de problema consultaremos con el pediatra.
Otros factores que hacen posible que el bebé reciba poca leche sin que exista un déficit de leche materna real
Existen muchas cosas que pueden afectar a las tomas del bebé y no tienen por que ser una falta de leche materna. Entre muchos de los factores que puede acarrear que el bebé reciba poca leche materna, nos encontramos con:
Un mal agarre o una mala posición
En muchas ocasiones existe un mal agarre del bebé o una mala posición del mismo. Cuando vayas a colocar al bebé en el seno es imprescindible que te fijes en su boca. Esta ha de estar muy abierta y abarcar todo el pezón y parte de la areola.
Fíjate que el pezón del seno quede bien situado entre el paladar y la boca del bebé. De esta manera, para lograr un buen agarre, es muy recomendable situar el pezón a la altura de la nariz del bebé. De esta manera se orientará poco a poco colocando su boca hacia arriba.
Fíjate bien, si el bebé coge solamente el pezón o lo abarca con el centro de la boca puede producirse una mala posición y que no le llegue suficiente leche materna. De esta manera la producción de la leche puede verse afectada, pero no porque haya un problema físico de la madre.
No hay lactancia a demanda
Seguro que has escuchado alguna vez la denominada lactancia a demanda. Esto es muy importante, ya sea tanto de día como de noche. No hay horarios, no hay tiempo. El bebé como cuando y donde quiera. De esta manera la producción de leche se estimula de manera natural. Si le pones horarios y tiempos a la lactancia, esto hará que produzcas menos leche.
Frenillo de la lengua corto
Puede darse que haya un frenillo corto en la boca del bebé, de esta manera no existe una buena amplitud de los movimientos de la lengua. Por tanto, puede afectar a la alimentación del bebé y, en consecuencia, a la producción de la leche materna. Es importante consultar con el pediatra y saber que, el frenillo lingual corto, no tiene por qué ser incompatible con la lactancia.
Falta de confianza por parte de la madre
La falta de confianza a la hora de amamantar al bebé, es bastante frecuente. Esto, a la larga, puede afectar a la producción de la leche de la madre. Si además piensas que no tienes suficiente leche, puedes acabar ofreciendo el biberón al bebé y, de esta manera, no haber estimulación natural del seno y la producción de leche acabará bajando.
Colocar mal las pezoneras
Por último, otro de los factores que puede influir en la leche materna es el hecho de utilizar mal las pezoneras. Si por el motivo que sea utilizas pezoneras para amamantar a tu bebé, es importante colocar estas bien. Además debes utilizar un tamaño adecuado para tus senos, de lo contrario tendrás molestias y además afectará a la producción de leche materna.
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