Cuando los niños tienen que seguir una dieta blanda es, en la mayor parte de los casos, por tener algún problema de estómago que impida hacer bien la digestión. Con este cambio en la alimentación se sentirán mucho mejor.
La dieta blanda viene muy bien en algunos momentos, tanto a los bebés como a los niños o adultos, aunque lógicamente sus características son diferentes según la edad de la persona que la tenga que seguir. Es una dieta que no irrita el estómago y facilita la ingestión gracias a estar basada en alimentos ligeros que son asimilados fácilmente.
El tiempo que tardamos en hacer la digestión depende de los alimentos que hayamos tomado, por lo que si comemos muchas grasas tardaremos más de 3 horas para hacerla, mientras que si son vegetales y líquidos bastará con una hora. La dieta blanda para bebés y niños es muy especial y les ayuda a recuperarse de problemas de estómago, entre otros.
¿En qué consiste?
Para preparar una dieta blanda debemos tener en cuenta que el objetivo es reducir los problemas de digestión del niño, por lo que no solo hay que vigilar los alimentos que utilicemos, también es muy importante la forma de prepararlos. En este tipo de dieta, los alimentos deben consumirse únicamente hervidos, al horno, a la plancha o cocidos al vapor, utilizando lo mínimo de aceite posible.
Tienes que evitar totalmente pimienta, pimiento morrón, chiles y especias en general. De postres, únicamente son aptos los yogures, y para acompañar las comidas hay que beber mucha agua pero nada de café, té negro, chocolate o bebidas gaseosas.
¿Cuándo hay que seguirla?
El pediatra es quien le prescribirá la dieta blanda a tu peque, y suele hacerlo cuando presenta problemas estomacales, especialmente si lo hace con frecuencia. Su estómago podrá recuperar el equilibrio en pocos días gracias a la fácil asimilación de los cambios en la alimentación.
También es recomendable para pacientes que tienen colitis ulcerosa, úlcera péptica, estreñimiento, diarrea, diverticulosis, gastritis o colitis mucosa. Otro caso en el que se prescribe es después de una cirugía, cuando el paciente ya puede comenzar a tomar líquidos.
¡A tener en cuenta!
La reposición de líquidos es muy importante para que el niño pueda recuperarse, ya que casi todos los problemas estomacales están asociados a diarreas y vómitos. Eso hace que la pérdida de líquidos sea rápida y sencilla, lo que conlleva un claro peligro de deshidratación. Por lo tanto, hay que recuperar esa pérdida de nutrientes cuanto antes, y se puede hacer tomando mucho líquido o, incluso, con soluciones hidrotónicas.
En cuanto a la fibra de los alimentos, muchos estudios han podido demostrar que no tiene efecto en la mucosa del intestino, pero algunas personas pueden tener problemas de vientre inflamado y gases intestinales. Es entonces recomendable modificar el esquema nutricional del paciente para aliviar esas posibles molestias y que siga la dieta blanda con la mayor comodidad posible.
¿Qué alimentos se permiten?
Seguir una dieta blanda no significa pasar hambre, ya que se pueden comer muchísimos alimentos con los que componer platos deliciosos. Así, algunos de los alimentos permitidos en una dieta blanda para niños y bebés son:
- Pechuga de pollo (a la plancha, hervida o al horno)
- Pechuga de pavo (a la plancha, hervida o al horno)
- Arroz blanco
- Pescado blanco
- Zanahoria (cocida)
- Jamón York
- Manzana (tanto en pieza como en compota)
- Plátanos (tanto en pieza como en papilla)
- Yogures
Recetas de dieta blanda
Son muchos los platos que se pueden elaborar para una dieta blanda y que son deliciosos para los más pequeños. En el caso de los bebés, es probable que todo sea en purés si aún no come de plato. Estos son algunos de los platos más interesantes:
- Sopa de arroz con zanahoria
- Sopa de pescado ligera
- Puré de patatas con pollo o pavo
- Lenguado a la plancha con limón
- Tortilla francesa (su versión con miga de pan les encanta a los niños)
- Lenguado a la naranja
- Tortilla francesa con jamón y queso
- Limonada alcalina
- Arroz con calabacín
La duración de la dieta blanda la determinará el pediatra, que según la evolución del niño recomendará cuándo se deben ir introduciendo más alimentos para que vuelva a comer de todo. En el caso de que el niño se vuelva a poner malo del estómago, seguramente se le harán pruebas para comprobar qué alimento es el que causa el problema, ya que puede tratarse de alguna alergia.
¿Tus peques han seguido alguna vez una dieta blanca? ¿Qué tal la han llevado? Yo a mi niña, por suerte, nunca se la he tenido que poner, aunque yo sí que la he seguido varias ocasiones a lo largo de mi vida. Es genial para regenerarse por dentro, así que mi recomendación es que, si tiene que seguirla el niño, la sigan también todos los demás que vivan en casa.