• La causa más común es la deficiencia de hierro, que puede estar presente antes del embarazo. Si se desconoce, como en el embarazo se realizan cada trimestre análisis rutinarios de sangre, es fácil detectarla.
• No suele producir síntomas, como mucho cierta palidez o sensación de cansancio que también es habitual durante la gestación sin tener anemia. Ha de ser bastante importante para que produzca síntomas.
• El feto tiene una serie de mecanismos para conseguir el hierro necesario para su crecimiento y es frecuente que por déficit en la calidad de la alimentación no se consuma ni se absorba el hierro que se recomienda, por eso se debe de suplementar.
• Hay factores de riesgo para tener anemia: gestaciones gemelares, vómitos frecuentes que impiden absorber alimentos, déficit en la alimentación y gestaciones muy seguidas.
• La vitamina C aumenta la absorción de hierro y algunos alimentos son más ricos en él (carnes rojas, espinacas….)
• El tratamiento ha de ser en forma de pastillas por vía oral suplementando.
• Otro tipos de anemia son menos frecuentes durante la gestación (anemia megaloblástica, hemolítica….) y su tratamiento es específico dependiendo del tipo que sea.