La disciplina positiva es una manera de enseñarle al niño a comportarse bien, es una labor que requiere tiempo y paciencia, pero aplicando estrategias que sean saludables y eficaces. Muchas veces si los bebés son llorones, o son niños que suelen tener rabietas y mal comportamiento, en este tipo de situaciones los gritos y la violencia nunca ayudan.
El método de la disciplina positiva puede ayudar a que los padres fomenten relaciones positivas con los hijos, le enseñen habilidades como la responsabilidad, la cooperación y la autodisciplina de la mejor manera y sin castigo físico.
¿La disciplina positiva qué significa?
La palabra disciplina significa impartir conocimientos y habilidades, enseñar. Sin embargo, a menudo se confunde con el castigo y el control.
Existe una gran controversia sobre las formas apropiadas de disciplinar a los niños, y los padres a menudo se confunden acerca de las formas efectivas de establecer límites e inculcar el autocontrol en sus hijos.
Lo que ocurre es que los padres a veces están estresados y no ven otra solución que gritar o pegar con frecuencia al niño, pero eso puede afectarle y trae graves consecuencias durante toda su vida.
El enfocarse en aplicar la disciplina positiva es centrarse es generar una relación saludable con el niño y fijar expectativas referidas al comportamiento.
Consejos para aplicar la disciplina positiva
Entender el comportamiento
Los niños quieren portarse bien, recordemos que no hay niños malos sino malos comportamientos. Una de las premisas básicas de la disciplina positiva es que los padres no etiqueten a los niños por sus malas conductas.
Lo importante es darse cuenta que haga lo que haga un niño no se puede etiquetar como malo, el niño está haciendo lo mejor que puede.
Si el niño está golpeando al hermano, en lugar de decirle «eres un niño malo» que va a reforzar su imagen negativa, debes decirle: has hecho algo mal, no debes pegar a los otros niños, eso no está bien.
Mantener la calma
Los expertos dicen que los padres deben modelar los comportamientos que quieren que tengan sus hijos. Recuerda que gritar o golpear engendra ira, y que el niño va a tener la misma reacción que tú.
Tampoco le reproches o lo rezongues, porque solo le va a generar frustración. Deberías promover la reflexión. Pídele al niño reflexionar sobre las consecuencias de sus actos y que se disculpe por el daño causado.
Establece expectativas claras
Aplica reglas que sean claras y coherentes, y que los niños puedan entender en términos apropiados para la edad.
Además, es bueno que le expliques exactamente lo que el niño debe hacer y lo que no. Si le dices que no sea desordenado, él no entiende necesariamente que hacer. Tienes que dar las instrucciones concretas, por ejemplo, dile: recoge todos tus juguetes ponlos en la caja, y deja el cuarto ordenado.
Distrae al niño de manera creativa
Si distraes la atención del niño hacia otra cosa llevándolo a otra habitación, saliendo a dar un paseo, es una manera muy útil para evitar que se convierta en berrinches.
Elige el momento oportuno, cuando el niño comience a ponerse nervioso, irritable o molesto, o si están peleando dos niños por el mismo juguete, distraer la atención en ese momento puede ayudar a disipar una posible crisis.
Muestra empatía y respeto
Explicar al niño que pegar duele, no debemos pegar porque lastimamos al otro. Enseñarle a compartir, y que no debemos pegar al otro niño, aunque él no comparta sus juguetes. Debemos mantener la calma, hablar de manera amable, pero con mucha firmeza.
Expone las consecuencias
Explicarle que nuestro crecimiento consiste en aprender que lo que hacemos puede traer consecuencias. Por ejemplo, si no termina la cena tiempo no podrá ver la televisión.
Si el niño quiere pintar las paredes puedes decir que si no termina de hacer eso, vas a poner fin a su tiempo de juegos. Le estás advirtiendo y le estás dando la oportunidad de cambiar su conducta.
Elogia su comportamiento
Cuando el niño se porta bien la disciplina positiva consiste en revivir aquellos momentos, felicitarlo, elogiarlo. Es una manera de reforzar las buenas conductas para que las pueda repetir.
Importante
Decirle palabras hirientes, golpear y hacerle daño nunca funciona. La disciplina positiva es eficaz para enfocarse en enseñar el buen comportamiento, en lugar de castigar por el mal comportamiento.
Estudios recientes demuestran que golpear a los niños cachetadas y otra forma de castigo físico no funcionan para corregir el comportamiento de un niño.
Los gritos y avergonzarlos son sistemas ineficaces y pueden causar mucho daño a la salud física y mental del niño a largo plazo.
Otros estudios recientes en Estados Unidos han descubierto que familias que usaban el castigo corporal, los golpes y los azotes, se vieron atrapados en un círculo vicioso que entre más se golpeaba a los niños, aumentaba el mal comportamiento más adelante.
Algo importante a tener en cuenta es que los niños que son golpeados tienden a golpear a otros cuando no obtienen lo que quieren. Recordemos que los adultos somos responsables de participar en el proceso de desarrollo del niño, forjando su propia personalidad independiente.
Aplicar disciplina positiva para que crezca es la mejor manera de educarlo para que se desarrolle como un ser adulto sano y feliz.
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