El dolor de espalda durante el embarazo es algo frecuente ya que tu bebé va creciendo y la columna se va adaptando para compensar el peso. Además, el centro de gravedad se desplaza hacia adelante y las hormonas relajan los ligamentos en las articulaciones de la pelvis, por lo tanto, la columna vertebral recibe muchos ajustes para mantener el equilibrio.
El dolor de espalda puede desaparecer después del nacimiento del bebé, pero en algunos casos puede persistir algunos meses después de dar a luz.
El dolor durante el embarazo suele ser en la espalda baja, dolor lumbar y también dolor en la cintura pélvica. Muchas mujeres dicen que el dolor empeora por la noche y después de las 28 semanas de embarazo, tercer trimestre.
El dolor de espalda durante el embarazo puede dificultar tu vida cotidiana, y al acercarse la fecha próxima al parto puede llegar a ser intenso e incapacitante.
Puedes tener dificultad para caminar rápido y grandes distancias, dolor al mantener relaciones sexuales, dificultad para dormir, pero teniendo en cuenta algunas recomendaciones puedes prevenir y aliviarlo durante el embarazo.
¿Qué mujeres embarazadas es más probable que tengan dolor de espalda durante el embarazo?
Tiene un mayor riesgo de dolor de espalda baja si:
- Has tenido este tipo de dolor antes, ya sea antes de quedar embarazada o durante un embarazo anterior.
- Tienes un estilo de vida sedentario.
- No eres muy flexible
- Tienes la espalda débil y los músculos abdominales débiles.
- Estás embarazada de mellizos (o más)
- Tienes un IMC alto (índice de masa corporal)
- Has tenido una fusión espinal en el pasado por escoliosis adolescente.
Recomendaciones para reducir el dolor de espalda durante el embarazo
Practica ejercicio físico regularmente
La actividad física regular puede fortalecer los músculos que sostienen la espalda y las piernas, aumentar la flexibilidad y promover una buena postura. Prueba con ejercicios suaves que no causen dolor. Los ejercicios más seguros incluyen: caminar, nadar y andar en bicicleta fija.
Además, los ejercicios de bajo impacto, como pilates y yoga, pueden ayudar a desarrollar los músculos para apoyar mejor la espalda y mejorar la postura, la flexibilidad y el equilibrio. Este tipo de ejercicios también pueden ayudarte a cuidar tu salud mental durante el embarazo, reduciendo el estrés y la ansiedad.
Mantener una buena postura
Practicar una buena postura. Pararte y sentarte erguida. Evita estar sentada o de pie durante períodos prolongados. Si necesitas estar de pie durante mucho tiempo, apoya un pie en un taburete o en una caja para aliviar la tensión en la espalda.
Recuerda que una buena postura para evitar el dolor de espalda también implica sentarse bien. Elige una silla con respaldo y coloca un almohadón pequeño detrás de la espalda lumbar.
Levanta el peso correctamente
Al levantar un objeto del suelo en primer lugar ponte en cuclillas y hazlo con las piernas. Evita flexionar la cintura y levantar el peso con la espalda, ten en cuenta tus límites y si no puedes hacerlo pide ayuda.
Evita los tacones altos
Usa zapatos de tacón bajo con buen soporte para el arco. Evita los tacones altos y los zapatos planos. Los ginecólogos recomiendan usar zapatos deportivos al caminar y mantener las caderas hacia adelante.
Masajes
Los masajes son ideales para aliviar el dolor de espalda, además, es una excelente manera de tener un momento de tranquilidad y aliviar cualquier estrés emocional o ansiedad. Es muy recomendable recibir masajes específicos para mujeres embarazadas.
Meditación
La meditación es una técnica a la que puedes acceder en cualquier momento, en cualquier lugar, sin necesidad de cita previa y la puedes realizar tú sola.
Existen numerosas formas de practicar la meditación. Una es simplemente sentarse o acostarse en un lugar tranquilo y concentrarse en respirar conscientemente, inhalando y exhalando profundamente.
Puedes meditar escuchando música relajante o un programa de audio guiado, o que sea específico para el embarazo.
Dormir de lado
Trata de dormir de lado y mantener una o ambas rodillas dobladas. También puede ayudar colocar una almohada entre las rodillas y otra debajo del vientre. Asegúrate de dormir el tiempo suficiente.
Usa compresas de calor o frío
Colocarte una almohadilla térmica, envuelta en una toalla para evitar quemaduras, es muy beneficiosa para ayudar a aliviar el dolor de espalda. Aplicar por no más de 20 minutos. Las compresas frías también pueden ayudar.
¿Cuándo buscar ayuda del médico?
Si tu dolor de espalda es muy intenso, habla con tu médico de cabecera o partera. Es posible que puedan recomendarte a un fisioterapeuta obstétrico en tu hospital, quien podrá darte consejos y sugerirte algunos ejercicios específicos.
Pero, consulta también si el dolor comienza a irradiarse por las piernas hacia las pantorrillas o los pies; interfiere con las actividades diarias; o está asociado con otros síntomas como fiebre, escalofríos, pérdida de peso, debilidad o problemas sensoriales.
Para terminar…
Más del 60% de las mujeres embarazadas tienen dolor de espalda debido a todos los cambios que ocurren en el organismo. Es importante tener en cuenta estas recomendaciones para aliviarlo. Si tienes alguna duda o el dolor es muy intenso debes consultar a tu médico.
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