Los expertos consideran que a partir del cuarto mes el bebé debe dormir en su cuna. Aunque no existe una edad apropiada a la que el niño deba comenzar a dormir solo. Otros expertos sugieren que a partir de los 3 años el pequeño ya debería estar adaptado a dormir en su propia habitación mientras que otros lo retrasan este momento hasta los 5 años.

Explican que los padres que duermen con los hijos, lejos de protegerlos del miedo y la inseguridad, causan un efecto contrario lo cual interfiere en su crecimiento físico, así como en su independencia.
Tengamos en cuenta que está este un concepto de los expertos, pero es una decisión personal de la familia. Algunos niños están listos a los 18 meses, otros no hasta los 7 u 8 años. No hay un bien o un mal definitivo cuando se trata de la edad correcta.
Si bien compartir una cama puede aliviar las presiones sobre las familias cuando los niños son muy pequeños, el hábito de dormir juntos puede plantear problemas a medida que los niños maduran.
¿Por qué el niño debe aprender a dormir solo?

Fomentar el dormir de manera independiente en los niños a medida que maduran es importante por varias razones:
- El colecho prolongado puede desanimar a los niños a lograr lo que se conoce como «independencia nocturna».
- Los niños con independencia nocturna confían en que pueden conciliar el sueño por sí mismos y saben cómo consolarse si están estresados o ansiosos durante el sueño: pasos clave para un desarrollo emocional saludable.
- Con frecuencia, los niños en edad preescolar y escolar tienen ciclos de sueño irregulares.
- Tener un niño pateando, dando vueltas y dando vueltas en la cama puede interrumpir el sueño de los padres, lo que provoca agotamiento y estrés durante todo el día.
- La intimidad de los padres a menudo se ve comprometida cuando los hijos duermen con ellos. Esto puede tener un efecto perjudicial en la relación de pareja, afectando la comunicación y la cercanía física.

Cómo animar a tu hijo a dormir en su propia cama
Aquí hay algunos consejos para ayudarte a alentar a tu hijo a dormir en su propia cama y garantizar que tenga un sueño seguro y reparador.
No apresures el proceso
Es normal que los niños pequeños tengan ansiedad por esa separación. No esperes que tu pequeño esté de repente contento con estar solo en su propia cama por la noche.
Da pequeños pasos cada vez
Puedes sentarte en su cama inicialmente hasta que se duerma. Luego, cambia a sentarte en una silla mientras esperas que se duerma. Incluso puedes dejarle un poco de tiempo en tu cama, como 15-20 minutos, y luego hacer que se vaya a dormir ir a la suya.
Haz que la transición sea emocionante
Dormir en su propia cama no debería sonar como un castigo sino como un logro. Motiva al niño pequeño con palabras de aliento y dile lo divertido que será conseguir una «cama para adultos» como mamá y papá. Incluso puedes dejar que te ayuden a elegir su ropa de cama.
Recompénsalo cuando tenga éxito
Ya sea que se trate de una pequeña calcomanía, una estrella o su comida favorita, recompénsalo cuando duerma en su propia cama. Deben sentir que dormir en su propia cama es algo para celebrar.
Mantente consistente
Por muy tentador que sea, no te rindas ante la fatiga. A veces, los padres pueden permitir el niño duerma con ellos porque están demasiado cansados para la lucha nocturna para llevarlos de regreso a su propia cama. Pero recuerda que el dolor por el que estás pasando ahora valdrá la pena a largo plazo.
Si está enfermo o asustado, puedes colocar un colchón o una cama plegable cerca de tu cama. Esto les refuerza que su lugar para dormir es su propia cama, no la tuya.
Enséñale a volver a dormirse solo
En lugar de decirle que no se levante de la cama cuando se despierte en medio de la noche, enséñale formas de seguir durmiendo. Como ser contar ovejas, respirar profundamente, etc. como formas de tratar de volver a dormirse.
Fomentar su independencia
Acuesta al pequeño cuando tenga sueño y no cuando se haya quedado dormido. De esa manera lo ayudarás a que aprenda a irse a dormir cuando sienta que tiene sueño.
Y no pierdas la calma cuando lo trates de poner a dormir y se ponga enojado y malhumorado porque no quiere separarse de ti.
Aumenta su sentido de independencia al permitirle tener su propia rutina de sueño como puede ser elegir su pijama, su cuento para dormir y su canción de cuna.
Sigue una rutina de sueño
Trata de que el niño tenga ciertas actividades de rutina antes de acostarse. Esas actividades incluyen: cepillarse los dientes, bañarse y ponerse un pijama. Cumplir esta rutina va a ayudar a entrenar a su mente para ese momento.
Cumple un horario regular para acostarlo
Tener un horario de sueño constante ayuda a garantizar que duerma lo suficiente. Le venga sueño siempre a la misma hora.
Para terminar…
El sueño, como todos los demás hábitos, se aprende, por eso es importante que los padres ayuden a sus pequeños a entender lo fundamental que es desarrollar su individualidad, independencia y autonomía desde muy corta edad.
Fotos: Pixabay.