Dormir mal, descansar poco, tener insomnio… son algunos de los problemas dañinos para la salud de cualquier persona, sobre todo de las embarazadas. Durante el primer trimestre la cosa suele ser normal ya que aún no tenemos casi tripa y el sueño, incluso, puede aumentar. Conforme van pasando los meses, la cosa puede complicarse. En los meses finales, el sueño se vuelve más ligero, descansas menos y te despiertas a menudo durante la noche. Dormir con la tripa tan grande, es molesto para cualquiera y la mamá se preocupa mucho por la salud del bebé.
Al dormir mal y descansar poco tenemos un cierto malestar, nuestro sentido del humor puede cambiar y sentirnos tristes, tener estrés y sentirnos apagadas y es que el descanso es fundalmental para gozar de salud física y psíquica. Dormir mal durante el embarazo puede tener un impacto mayor de cuanto se pensaba hasta ahora, e influir en partos prematuros y bajo peso del bebé en el momento de nacer. Se recomienda prestar más atención a los disturbios del sueño en este estado.
Además, las embarazadas que duermen poco, seis horas o menos cada noche, o mucho, 10 horas o más, tienen un mayor riesgo de sufrir hipertensión durante el tercer trimestre de gestación. También ha encontrado una fuerte relación entre dormir poco y la preeclampsia, una enfermedad que puede aparecer a partir de la semana 20 de embarazo, es decir, justo en la mitad. Esta dolencia se caracteriza por un aumento de la tensión vinculado al embarazo y puede traer serios riesgos para el feto y futuro bebé.