En la semana 34 del embarazo, las conexiones cerebrales van a un ritmo trepidante y la cabecita de tu bebé va creciendo con ellas. El bebé percibe estímulos, a los que reacciona más vivo que nunca. Aunque el bebé está en una etapa en la que duerme mucho, está muy atento a todo lo que le rodea y cualquier cosa que le quite el sueño puede afectarle.
En esta semana, el bebé se mueve con menos frecuencia, sobre todo debido a la falta de espacio. De hecho, como el bebé está apoyado justo contra la pared del útero, seguramente eres capaz de distinguir la parte del cuerpo que sobresale. ¿Será un pie? ¿Será el codo? ¿Será el culete?
En esta semana, el bebé pesa unos 2 Kg y mide alrededor de 40cm.
Si esperas un niño, es ahora cuando sus testículos bajarán desde el abdomen hasta el escroto. Ocasionalmente, uno o ambos testículos no realizan este descenso antes del parto. En tal caso, es probable que lo hagan antes de su primer cumpleaños. Si el escroto del bebé parece muy grande nada más nacer, no te preocupes: esta hinchazón se debe a la presencia de líquido, que desaparecerá en cosa de una semana.
Respecto al color de los ojos del bebé, no importa cual vaya a ser el color definitivo. Ahora mismo son azules. El proceso de pigmentación del iris no terminará hasta que sus ojos hayan quedado expuestos a la luz durante varias semanas desde el nacimiento. Su color de ojos definitivo puede no ser evidente hasta pasados algunos años.
Estás en la semana 34, sólo quedan seis semanas para el nacimiento del bebé.