El estreñimiento del bebé es un trastorno que en principio no debe alarmar, ya que a menudo puede corregirse con facilidad. Las razones hay que buscarlas en la alimentación del bebé, ya que la sustitución de la leche materna por la artificial tiene como resultado un endurecimiento de las heces, así como un cambio en su color. Este fenómeno se agudiza con el destete, cuando el cambio de alimentación puede provocar un estreñimiento temporal en el niño. En estos casos, es normal que el pequeño se muestre molesto, llore con insistencia, levante sus piernas y se ponga rojo para intentar empujar las heces. La leche materna contiene un azúcar, la lactosa, que hace que las heces del bebé que toma pecho siempre sean más o menos fáciles de expulsar.
Remedios para combatir el estreñimiento
- Seguir el tiempo que sea posible con la lactancia materna. Ayudará a su expulsión y sus heces serán blandas.
- Añadir malta a la leche o al yogur cuando el bebé ya es mayor, le ayudará.
- Otra sustancia útil es la lactulosa, que también podemos añadirle al niño en sus alimentos cuando es mayor.
- Enriquecer la dieta del niño con fruta y verdura, alimentos ricos en fibras, que favorecen el tránsito intestinal. Cuando comience con los potitos, tritúrale frutas que le ayuden a ir al baño.
- Los medicamentos o enemas para bebés no son recomendables ya que inducen a expeler las heces endurecidas contenidas en el colon de una forma demasiado brusca y dolorosa. Pueden causar hábito, impidiendo que el organismo, acostumbrado a funcionar y los efectos secundarios que eso conlleva.
- El remedio más socorrido para facilitarles la tarea es introducirles la punta del termómetro o de un supositorio de glicerina en el ano, pero dilatárselo así no les ayuda a aprender a hacerlo por sí solos.