El hipo él es totalmente inofensivo es una señal de crecimiento y desarrollo del bebé, no es para preocuparse porque no indica ningún problema en los recién nacidos o bebés. Ocurre cuando el diafragma se contrae bruscamente. Pueden producirse en la vida cotidiana y, por lo general, sólo duran unos minutos.
¿Qué causa hipo en los bebés?
Al igual que ocurre en los adultos, el hipo en los bebés es producido por pequeños espasmos en el diafragma. Músculo que recorre la parte inferior de la caja torácica y se mueve de arriba hacia abajo mientras respiramos.
No se conoce la causa exacta del hipo en los bebés. Sin embargo, se cree que son el resultado de la sobreestimulación del diafragma. Esto puede provocarse al tragar cantidades excesivas de aire, toser o tener reflujo gastroesofágico.
Si el bebé comienza a tener hipo mientras come debes considerar poder tomar un respiro. Algunos expertos creen que ocurre cuando el estómago del bebé está lleno o si come demasiado rápido. Por lo tanto, para prevenirlo es ideal que el bebé pueda comer lentamente, para ello puedes tomar descansos entre medio para que eructe.
Otra causa podría ser cambios repentinos de temperatura en el estómago, si el bebé toma leche fría y luego le das algo de comer tibio esa combinación puede desencadenar el hipo.
En cuanto al tiempo de duración del hipo puede tenerlo varias veces al día y durar de 10 minutos o más.
Otro desencadenante puede ser que el bebé esté molesto o inquieto antes de comer y en ese caso termina tragando mucho aire antes de tomar su leche. Si lo notas irritable trata de calmarlo y mecerlo antes de darle de comer para que se tranquilice.
Si el bebé no parece incómodo no es motivo de preocupación. En realidad, la situación es más preocupante para las nuevas mamás y papás, pero recuerda que tiende a desaparecer después de unos minutos dicen los pediatras.
¿Cómo detener el hipo en bebés y qué debes evitar?
Ya sea que le estés dando el biberón el pecho estos consejos pueden ayudarte a detener el hipo.
- Siéntalo en posición vertical de 20 a 30 minutos después de cada alimentación.
- Puede ser una buena opción frotar la espalda del bebé o mecerlo.
- Puedes intentar darle un chupete que puede calmar el ataque.
Debes evitar:
- Evita ponerle un paño húmedo en la frente porque eso no ayuda.
- No te asustes ni asustes al bebé, porque puede empeorar la situación.
- No presiones su frente, ni tires de la lengua porque puedes lastimarlo.
Cómo controlar y prevenir el hipo
Alimentación: asegúrate de que el bebé se alimenta eficazmente, reduciendo la entrada de aire y realizando pausas regulares durante las tomas, puede ayudar a evitar que aparezca el hipo.
Intenta alimentarlo con cantidades más pequeñas a intervalos más frecuentes. Sostener al bebé en posición vertical y cómoda durante al menos 20 minutos después de la comida también ayudará a prevenir el hipo, ya que permite que el aire salga del sistema gástrico.
Acostar al bebé: cuando comienzan a aparecer los espasmos es una muy buena opción acostar al bebé boca arriba, como el hipo no interfiere con la respiración no hay ninguna razón física o médica para no hacerlo.
Técnicas tranquilizadoras: cuando a un bebé le da hipo, golpearle suavemente en la espalda o frotársela puede ayudar a relajar el diafragma y detener el hipo. Aplicar una ligera presión en el vientre del bebé o mecerle suavemente en la cuna también puede ayudar a aliviarlo.
Eructar: hacerlo eructar al bebé entre las tomas también puede reducir la probabilidad de que le dé hipo. Esto se puede hacer poniendo al bebé sobre el hombro o sentándolo en posición vertical y dándole suaves palmaditas en la espalda hasta que eructe.
Mantener la calma: es fundamental estar en calma y proyectar una sensación de tranquilidad al bebé, ya que puede ayudar a reducir la frecuencia o la gravedad del hipo. Tener al bebé cerca y hablar o cantarle de manera tranquilizadora también puede ayudar a desviar su atención.
Cuándo acudir al médico: en la mayoría de los casos es inofensivo, y desaparece por sí solo. Sin embargo, si el hipo se produce en exceso o va acompañado de otros síntomas, como irritabilidad, tos o vómitos, es importante acudir al médico, ya que pueden ser signos de una afección médica subyacente, como el reflujo gastroesofágico o una alergia.
Palabras finales…
El hipo es una parte normal del desarrollo de un bebé y tienden a resolverse por sí solos. Sin embargo, pueden causar molestias y angustias al bebé.
Tomar pausas regulares, hacer eructar al bebé entre tomas, así como utilizar técnicas tranquilizadoras y mantener la calma, puede ayudar a controlarlo y prevenirlo. Si se producen en exceso o van acompañados de otros síntomas, es importante acudir al médico. Si sigue estos pasos, ayudará a que tu bebé se sienta más cómodo y a reducir la aparición de hipo.
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