Actualmente, las mujeres en España tardan, cada vez más, en dar a luz a su primer hijo. Conscientes de esta realidad, algunas mujeres con el objetivo de intentar evitar problemas futuros de fertilidad, optan por un tratamiento que, en estos momentos, parece vivir cierta efervescencia: la congelación de óvulos propios. Es por ello que algunas mujeres jóvenes, con pocas o nulas intenciones de ser madres a corto plazo, empiezan a optar por la congelación de sus óvulos a sabiendas de que a más edad, más difícil es quedarse en estado y más problemas pueden acarrear tanto para la salud de la embarazada como la del feto.
La vitrificación consiste en la cripreservación de óvulos a bajas temperaturas, pudiendo conservarse durante muchos años, en promedio 20 años. Esta técnica es utilizada por mujeres que postergan su embarazo porque trabajan, estudian y, en especial, por aquellas que por padecer de cáncer recibirán un tratamiento. Para la vitrificación, se realiza una preparación hormonal, y el día de la ovulación, mediante la guía de una ecografía vaginal, se introduce una microaguja en el ovario y se extrae el óvulo y el líquido que lo rodea.
La calidad de este óvulo está directamente relacionada con la edad de la mujer, por eso es importante el estilo de vida que tenga, que tenga buenos hábitos saludables (no fumar ni beber, alimentación sana y equilibrada, practicar deporte…). Es hasta los 50 años de edad que la mujer con esta técnica podría quedar embarazada.
¿Y tú, te animarías a congelar tus óvulos?