La sopa es un gran alimento para todas las personas pero, sobre todo, para las embarazadas. La sopa es un gran alimento para embarazadas por su alto contenido en vitaminas y minerales, esenciales para el correcto desarrollo del bebé. Además, también es bueno por su papel en las necesidades de hidratación de la mujer en estado.
La mujer en estado debería consumir entre 2 a 3 litros diarios al día durante el embarazo, cantidad que equivale a unos 10 vasos de agua diarios para ayudar a conseguir la hidratación necesaria mantener el líquido amniótico.
La sopa es sobre todo nutritiva, además de ser saciante, fácil de preparar y de digerir y permite mantener bajo control el peso durante el periodo de gestación. Una de las recomendaciones para conservar el valor nutricional de la sopa es colocar los vegetales con el agua ya caliente y cocinarlos el tiempo justo, y una vez preparada, evitar calentarla sucesivas veces. Para hacerla con más proteinas puede agregarse queso, huevo, trocitos de carne o legumbres.
Cuando preparamos una sopa podemos hacerlo de diversas maneras ya que admite todo tipo de alimentos. Lo más importante de la sopa es el caldo que podemos hacerlo con pollo, gallina, hueso de pollo o gallina, caldo de carne, etc. Cuantos más ingredientes más sabor tendrá. Durante el embarazo es muy importante que la mujer coma alimentos fáciles de digerir, sobre todo durante el primer trimestre que es cuando las náuseas y los vómitos leves son más comunes. El proceso de elaboración de una sopa facilita la digestión de sus ingredientes, convirtiéndola así en un plato ideal para futuras mamás.
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Imagen: mqciencia