Hemos escuchado muchas veces qué se les dice a los padres que el exceso de azúcar en la dieta de los chicos puede causar hiperactividad. Pero, ¿es cierta la idea de que el exceso de azúcar puede hacer que los niños sean hiperactivos? En este artículo exploraremos la relación entre el azúcar y la hiperactividad infantil y discutiremos si el azúcar es realmente el culpable de los problemas de conducta.
La conexión entre el exceso de azúcar e hiperactividad
La idea de que el exceso de azúcar hace que los niños sean hiperactivos es muy popular, pero no tiene mucha base científica. De hecho, las investigaciones han demostrado que el azúcar no está asociado a ningún aumento de la hiperactividad en los niños.
En un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, los investigadores analizaron los efectos del exceso de azúcar en el comportamiento de niños de 3 años y de 8 a 9 años. Descubrieron que no había relación entre el consumo de azúcar de los niños y su nivel de hiperactividad. Asimismo, un estudio publicado en la revista Food and Chemical Toxicology informó de que no había pruebas que apoyaran la afirmación de que el azúcar aumenta la hiperactividad.
Otro estudio realizado pidió a los padres que calificaran el nivel de hiperactividad de los niños después de consumir una bebida azucarada. Sin que los padres supieran la bebida no tenía azúcar, sin embargo, calificaron al niño como más hiperactivo. Los expertos dicen que es importante evaluar el entorno en el cual está actuando el niño antes de culpar al azúcar por la hiperactividad o el mal comportamiento.
Otros estudios sugieren que el exceso de azúcar puede tener un efecto calmante porque tiene una sustancia que es la serotonina que contribuye a una sensación de bienestar. En realidad, la razón por la cual debe preocupar el exceso de azúcar añadido en la dieta de los niños es que no aporta nutrientes, son calorías vacías y quitan el apetito.
Es importante agregar a su dieta alimentos que tengan nutrientes y vitaminas como frutas, verduras, cereales integrales, proteínas, lácteos bajos en grasa, carnes magras, para que tengan todas las vitaminas en su dieta y el equilibrio energético necesario.
El papel de los colorantes y conservantes artificiales
Si bien es posible que el exceso de azúcar no sea el culpable del comportamiento hiperactivo de los niños, algunos estudios han sugerido que los colorantes y conservantes artificiales de los alimentos procesados podrían ser un posible culpable.
En una revisión publicada en la Revista de Enfermería Pediátrica, los investigadores descubrieron que algunos estudios han relacionado los colorantes artificiales y los conservantes con un aumento de la hiperactividad en los niños.
Sin embargo, las pruebas siguen siendo inconsistentes, y algunos estudios no han encontrado pruebas que respalden la afirmación de que los colorantes artificiales y los conservantes pueden hacer que los niños sean hiperactivos.
Una revisión publicada en el Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (Revista de la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente) concluyó que la mayoría de las investigaciones en este campo eran de baja calidad y que se necesitaban más estudios para sacar conclusiones.
El mejor enfoque de la nutrición infantil
Igualmente es importante limitar el azúcar y reemplazar por alimentos sanos que tengan minerales, vitaminas y todos los nutrientes, además de fibras qué necesita para el bien para el buen funcionamiento de los intestinos como verduras, frutas frescas, avena, bayas, plátanos, cítricos, pan integral, lácteos bajos en grasa.
Es importante vigilar el tamaño de las raciones y evitar picar demasiado a lo largo del día. Esto puede ayudar a evitar que los niños tengan sobrepeso y sufran las consecuencias sanitarias y sociales negativas que pueden derivarse de un peso poco saludable.
El hecho de que no haya suficientes pruebas de que el exceso de azúcar no causa hiperactividad en los niños no significa que debes darle azúcar a rienda suelta porque sabemos que el azúcar contribuye a las caries, la obesidad, el sobrepeso, deterioro de los huesos y dientes, entre otros problemas de salud.
Por lo tanto, es importante consumirla y disfrutarla con moderación. Enfocarse en una dieta sana y equilibrada para los niños para favorecer su desarrollo cerebral, fortalecer sus músculos y huesos, y crecer sanos y con un sistema igualitario fortalecido.
La cantidad recomendable de azúcar que deben ingerir los niños entre 2 y 18 años menos de seis cucharadas agregada al día y los menores de 2 años no deberían tomar nada con añadido de azúcar. Algunos alimentos y bebidas la contienen de forma natural y los añadidos reciben nombres y se encuentran en muchos productos que los introducen en el momento de procesarlos y prepararlos.
En estos casos en la etiqueta de los alimentos veremos los azúcares agregados con la siguiente denominación: jarabe de maíz, alto contenido de fructosa, jugo de frutas, dextrosa, entre otros. Igualmente, si tienes alguna duda de la cantidad de azúcar que tiene que consumir el niño lo ideal es preguntarle a un nutricionista.
Palabras finales…
Hay pocas pruebas que apoyen la idea de que el exceso de azúcar hace que los niños sean hiperactivos. Aunque algunos estudios han sugerido que los colorantes artificiales y los conservantes de los alimentos procesados podrían ser un posible culpable, la investigación sigue siendo inconsistente. Lo mejor para fomentar una alimentación sana en los niños es asegurarse de que ingieren una variedad de alimentos nutritivos y vigilar el tamaño de las raciones y los hábitos de picoteo.
Fotos: Freepik y Unsplash.
