Durante los meses de gestación el cuerpo comienza a cambiar en distintas maneras y la panza de la mujer comienza a hacerse más notable con el crecimiento del bebé. En ocasiones, es frecuente que la futura madre sufra de dolores de espalda y de pelvis, pues su cuerpo está llevando un peso al que no estaba acostumbrado, y hace presión en los músculos de esa zona. Para aliviar un poco de ese dolor se recomienda utilizar una faja que ayude a cargar el peso durante el embarazo.
Estos dolores no tienen ninguna incidencia en el bebé ni en la madre, si busca los correctivos para aliviarse. Las fajas levantan un poco la panza cuando está muy baja y ayuda a mantener una buena posición con respecto a la columna.
La faja debe ser colocada acostada sobre la cama de espaldas, pues se acomodará mejor y soportará mejor la panza cuando se coloque de pie.
Existen diferentes tipos de fajas, algunas pélvicas que van rodeando las caderas y otras completas que arropan la panza. Lo ideal es probarlas antes de comprarlas y seleccionar la que se ajuste más cómodamente. Algunos puntos que debe tomar en cuenta son:
-No debe ser demasiado alta ni estrecha.
-Debe arropar bien las caderas.
-Las costuras deben estar reforzadas en el centro y a los costados.
De igual manera, después del parto suele utilizarse una faja, en esta oportunidad, para favorecer la recuperación de la figura de la mujer.