Según la Sociedad Española de Odontopediatría, la caries dental es la enfermedad infecciosa más común de la infancia. Casi un 20% de los niños de entre 2 y 4 años tiene al menos una caries que no ha sido tratada por un especialista. Por eso, esta institución pone énfasis en algunas medidas de higiene dental para cuidar la dentadura del más pequeño de la casa. Hay que recordar que el diente es la única parte de nuestro cuerpo que no se regenera por sí misma. Por este motivo, además de la detección precoz de cualquier infección, el cuidado de los dientes es muy necesario. En los más pequeños, es importante inculcarles desde temprana edad, la necesidad de cuidar sus dientes. A continuación os dejamos algunos consejos para mejorar el cuidado dental de vuestros hijos.
Limpiar los dientes desde el primer día
La edad no tiene que ser un problema para limpiar los dientes a nuestros hijos. Se recomienda que se lleve a cabo la acción del cepillado desde el primer día que empiezan a salirle. Se debe hacer por lo menos dos veces al día, sobre todo después de darle de comer, utilizando un paño o gasa suave humedecida o con un cepillo dental para bebés. Algunas de las creencias erróneas más frecuentes y de peores consecuencias que se relacionan con la higiene dental, es que los dientes de leche no tienen caries. Sin embargo, es una creencia incorrecta, ya que la caries puede originarse incluso en el primer diente que le sale al bebé.
Biberón, lo menos posible
El uso del biberón es un importante problema para la boca de los más pequeños. Su uso puede provocar importantes deformaciones en la boca y en sus dientes. No hay que dejarles el biberón para dormir, a menos que el contenido sea agua. También es recomendable que a partir del año de edad, los niños se acostumbren a beber en un vaso o incluso con pajita.
Visitar al dentista
Si los adultos deben visitar al dentista al menos una vez al año para someterse a una revisión, los más pequeños también deberían llevar a cabo las mismas revisiones. La erosión bacteriana que provoca la caries puede llegar a producir mucho dolor y afectar a la masticación, al sueño, la manera de hablar y de jugar del niño, a su autoestima, etc… Además, si se produce una infección en los dientes de leche, ésta se puede transmitir a los dientes definitivos que están debajo.
Forma del cepillado
Para una limpieza correcta de los dientes, es importante explicarles el proceso adecuado a seguir. Lo primero que hay que enseñarles es que el cepillado va desde la encía hasta el diente. Se realizarán movimientos ascendentes en las caras externas, mientras que las caras internas se aplicarán movimientos perpendiculares y circulares.
También es importante que hacer hincapié en que los dientes se cepillan de uno en uno, realizando al menos 6 cepillados en cada diente.
Uso de técnicas de higiene complementarias
Además del cepillado de los dientes hay otras técnicas de higiene dental que nunca está de más utilizarlas. No decimos que sea todos los días, pero sí dos o tres veces por semana, y siempre que la edad del niño lo permita. Entre las opciones que nos encontramos está los enjuagues con flúor, considerada la vitamina de los dientes. Los expertos recomiendan enjuagar la boca con flúor una vez al día, al ser posible por la noche antes de ir a la cama. Otra opción es el uso del hilo dental o cepillo interdental y no olvidarse de la higiene de la lengua. Esta debe tener un aspecto rosa y no blanca. Cuando está blanca, es sinónimo de suciedad.
Cuidado con las comidas entre horas
Los motivos de esto es que tras comer, no realizamos ningún tipo de cepillado de nuestros dientes, y por otro, porque los alimentos que se suele ingerir son más dañinos para los dientes, sobre todo si se trata de dulces. Es recomendable evitar que los más pequeños coman entre horas refrescos, zumos o batidos. En su lugar, ofrecerles agua o leche, así como pan natural antes que de molde.
Primera revisión con el dentista pediátrico
Muchos padres no saben el momento exacto en el que los más pequeños deberían visitar al odontopediatra. El momento recomendado es cuando haya completado la dentición de leche, para de esta forma poder detectar y prevenir futuros problemas como caries, maloclusiones, defectos de esmalte o hábitos perjudiciales, entre otros. Estas primeras visitas servirán para dar normalidad a la visita al dentista, evitando posibles miedos en el futuro.
Además de estos consejos que hemos visto a lo largo de esta publicación, ¿qué otros pensáis que son recomendables para que los pequeños disfruten de una boca sana? Animaros y compartir con todos nosotros vuestros comentarios. ¡Os estamos esperando!