Llega el buen tiempo y los niños empiezan a disfrutar de actividades al aire libre, nadar, montar en bici, jugar con los amigos en el parque… Estas actividades son sanas y recomendables, pero pueden tener sus riesgos por posibles accidentes, generalmente leves y sin graves consecuencias, pero ante las cuales los padres debemos estar preparados.
Tener en casa soluciones para estos problemas es algo muy aconsejable, por eso en esta ocasión vamos a hablar de la homeopatía que incluye un amplio abanico de medicamentos para tratar los trastornos propios de la época veraniega.
Montar en bici y acudir a la piscina son dos de las actividades que más practican los niños por estas fechas, y los riesgos que conllevan son caídas, golpes, pequeñas heridas o contusiones leves. Los casos más graves pueden llevarnos a alguna fractura o esguince, en cuyo caso siempre será necesario acudir al especialista. En el caso de golpes o inflamaciones, existen medicamentos homeopáticos para aliviar el dolor, por lo que no está de más tener alguno en casa. Para bajar la inflamación lo primero que debes hacer es aplicar hielo en el lugar donde se haya producido el golpe.
Las picaduras de insectos se incrementan con el calor, así que es importante estar pendiente, sobre todo, ante posibles reacciones alérgicas. Generalmente, este tipo de picaduras generan picor e irritación que esta medicina alternativa trata también. En el caso de que les pique una medusa hay que lavar la zona afectada con agua salada (sin arena), y aliviar el escozor con limón o vinagre.
Para las quemaduras leves, la homeopatía también es una alternativa interesante pues algunos de sus medicamentos calman el dolor que éstas pueden generar en el afectado. Cuando alguno de nuestros hijos sufre una quemadura leve lo primero que debemos hacer es colocar la zona quemada bajo el grifo de agua templada durante diez minutos.
El último consejo, aunque no por ello más importante es que ante cualquier suceso de estas características o accidente de nuestros hijos, debemos mantener la calma y no mostrarnos alterados para no asustar a los más pequeños y solucionar el problema con tranquilidad.
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