Hay recién nacidos que nacen con pelo y otros sin pelo. El pelo que tienen los bebés cuando nacen y los meses de después se irá cayendo para que le crezca el pelo que tendrá el resto de su vida. El pelo se les va cayendo durante los primeros seis meses de vida. A este tipo de caída de cabello se le llama «efluvio telógeno». El cabello posee una etapa de crecimiento y una de reposo. La de crecimiento dura alrededor de tres años, mientras que la de reposo en torno a los seis meses. Incluso, el pelo puede ir cayéndose por zonas, por mechones, lo que horroriza un poco a los padres. Pero es normal y se debe a la fricción con las sábanas, los brazos, etc.
A menudo, los padres se sorprenden al descubrir que cuando le crece el nuevo pelo a su bebé, es absolutamente distinto en cuanto a color y textura del que tenía cuando nació pero esto es completamente normal. Más de un caso conoceréis de un bebé que ha nacido con el pelo rubio y cuando se hace mayor tiene el pelo moreno. El aspecto del pelo está únicamente determinado por los genes, los que finalmente deciden si será rubio, moreno, rizado, lacio, fino o grueso. En torno a los dos años ya se sabe el color que tendrá de cabello el resto de su vida.
Cuidar el cabello de tu bebé, aunque sea escaso y muy finito, resulta imprescindible para ahorrarle picores, granitos, entre otros problemas. Es importante que le laves la cabeza todos los días para evitar que el sudor se le quede acumulado en el cuero cabelludo y le salgan granitos. No es imprescindible que emplees champú todos los días, bastará con que se lo eches uno sí y otro no.