Al nacer los niños suelen tener una piel en extremo sensible, por este motivo se requieren de ciertos cuidados especiales que prevengan serias enfermedades cutáneas que es muy probable sucedan en los primeros meses de vida del bebé.
Debe también conocerse que si bien los infantes cuentan con las mismas capas de piel que un adulto, son mucho más delgadas. Por lo cual la barrera de protección es limitada, y los convierte en vulnerables ante peligrosas enfermedades epidérmicas.
Reacciones alérgicas
Los problemas en la piel del bebé a causa de reacciones alérgicas son conocidos como dermatitis de contacto, esta es una afección en que se manifiesta con inflamación, dolor y enrojecimiento. Existen dos tipos de dermatitis de contacto: la irritante y la alérgica.
En el caso de la dermatitis irritante esta sucede por una reacción ante ciertas sustancias como detergentes, jabones o suavizantes. Es recomendable que el lavado de la ropa del bebé se haga con detergentes libres conservantes sensibilizantes, colorantes y alérgenos. En este caso, Norit Bebé es la mejor opción. Todo esto servirá para evitar que empeoren las erupciones o para impedir nuevos brotes alérgicos.
La dermatitis de contacto alérgica es la afección que ocurre cuando la piel del bebé entra en contacto con ciertas sustancias, lo que genera fuertes alergias. Entre esas sustancias están los antibióticos en crema, adhesivos, bálsamos para el cuerpo o cabello, telas, perfumes, cosméticos o metales.
Síntomas comunes de la dermatitis
Las reacciones que suele presentar la piel del bebé son diversas, y dependen casi siempre de algunas causas desencadenantes. La mayoría de las veces ocasionan fuertes picores así como ampollas en ciertas zonas del cuerpo, esto quiere decir, que ya el agente culpable entró en contacto, si no se suspende su uso inmediatamente es posible que las ampollas empeoren de manera considerable.
Si la dermatitis es causada por alergias, estas reacciones pueden durar meses, e incluso años antes de manifestarse. Esto quiere decir que tal vez ocurra que una sustancia no les produzca ningún tipo de daño, pero años más tarde sea la responsable de una fuerte dermatitis.
También hay que tratar de que el infante no se rasque demasiado para impedir espesamientos en la piel. Esto se debe a que al romperse las ampollas se forman unas costras, en cuyo interior se encuentran presentes las células inflamadas. Por todo esto es importante buscar ayuda especializada que determine cuál es el detonante que perturba los primeros días del bebé.
Tratamiento de la dermatitis
El procedimiento más eficaz para poder resolver la dermatitis es evitar mantener contacto con el agente irritante causante de la alergia. Lo cual no es nada sencillo, ya que es posible que la sustancia esté oculta en cualquier producto, y sin saberlo a diario esté en contacto con la delicada piel de bebé.
En el caso de que la dermatitis sea crónica, los tratamientos termales suelen resultar muy eficaces. Entre las más recomendables están las aguas arsenicales–ferruginosas y las aguas sulfúreas. Sin embargo, antes de optar por este tipo de tratamiento deberá contarse con la autorización de un pediatra.
Otros expertos sugieren como tratamiento la utilización de sustancias o pomadas indicadas para estos casos, las que pueden ser colocadas en el área afectada del bebé para aliviar las molestias causadas. Es primordial no recurrir a cremas de fabricación casera, que en vez de ayudar, podrían empeorar la situación.
Estas son algunas recomendaciones para tener en cuenta:
- Realizar habitualmente baños con agua tibia, así como también puede irse incorporando ciertos jabones neutros para determinar que no causen inconvenientes.
- Después del baño hidratar con alguna crema neutra la piel de bebé.
- Lavar la ropa con detergentes adecuados y especiales para la delicada piel del niño.
- Tratar en lo posible de que la ropa del niño sea de algodón 100 % puro.
- No usar suavizantes ni cualquier otro químico que dañe la piel del bebé.
Es de gran importancia cuidar la piel del bebé desde el primer momento que se tenga en las manos. Cosas tan simples como una prenda de vestir, un jabón o un detergente pueden producir una seria dermatitis. Para evitarlo siempre deberá tratarse de usar productos que sean hipoalergénicos y libres de tóxicos que pudiesen llegar a ocasionar graves problemas al infante.