El cerebro de los niños y las niñas es diferente al nacer. También es diferente la manera en que se construyen o funcionan. Cuando el bebé está en el útero, en el quinto mes, los testículos del feto masculino empiezan a producir testosterona y se produce un impacto hormonal en el cerebro. El resultado es que en el sexto mes de embarazo se distingue a la perfección el cerebro del niño o de la niña. Algunas de estas diferencias son, por ejemplo, que los niños tienen hemisferios más asimétricos que las niñas. También, los niños tienen menos materia gris y más blanca. Por lo tanto, las niñas tienen más materia gris.
El cerebro femenino tiene la corteza de asociación posterior más simétrica. Ésto, se ocupa de procesos mentales complejos. En los chicos, la parte izquierda es mayor que la derecha. El hemisferio izquierdo se encarga del pensamiento analítico y el derecho está asociado al pensamiento intuitivo, como siempre se dice, la intuición femenina, la que tienen las mujeres.Las mujeres utilizan ambos hemisferios al mismo tiempo cuando procesan información verbal, mientras que los hombres sólo utilizan el izquierdo.
Desde el nacimiento los cerebros masculinos y femeninos difieren en su estructura, organización y operación. Cuando los niños crecen y se hacen adultos, estas diferencias cerebrales de género siguen estando patentes. En definitiva, aunque los cerebros sean diferentes entre mujeres y hombres, es una diferencia pequeña; lo grande es la diferencia en la manera de hacerlo.