La intoxicación alimentaria o la gastroenteritis siempre han sido muy desagradables sin necesidad de estar embarazada. Pero sí, además, estás esperando un bebé, las molestias y las inquietudes se multiplican.
Sin embargo, es muy poco probable que la enfermedad tenga efectos adversos en el bebé, siempre y cuando no te deshidratas o tengas fiebre alta, en cuyo caso contacta con tu ginecólogo.
Descansa todo lo que puedas, bebe toda el agua que toleres (a pequeños sorbos es lo mejos), hasta que tu estómago vuelva a admitir los alimentos sólidos, y toma bebidas de rehidratación si tienes diarrea. Los medicamentos antidiarrea no suelen estar indicados durante el embarazo, así que procura tener un cuarto de baño cerca mientras sufras sus consecuencias…