Muchos de los cambios que sufre el organismo durante la gestación son debidos a la acción directa de las hormonas. Nuestro estado mental también puede variar y, por ello, muchas mujeres necesitan cariño en esta etapa. La embarazada debe notar que su pareja está a su lado y le acompaña en estos momentos de cambio. En el embarazo el cuerpo hace un sobreesfuerzo y las hormonas nos vuelven más vulnerables. Por eso necesitamos cariño de nuestra pareja y familia. Por ejemplo, un masaje de nuestra pareja nos sienta muy bien no sólo por sentirnos queridas, además puede aliviarnos muchos dolores. Los mimos en la espalda y el masaje en la cintura pueden ayudarnos a combatir esas molestas contracturas que suelen aparecer como consecuencia de los cambios de curvatura en la columna vertebral y de la distensión de los ligamentos de la pelvis.
Además, numerosas investigaciones coinciden en que las actitudes y sentimientos de la madre, en la etapa prenatal, influyen en la personalidad del niño en su vida futura. Por esta razón es muy importante el apoyo emocional que brinde la pareja a la futura madre. El entorno emocional de la gestante es muy importante, la relación que tenga con la pareja o con la familia influirá en la personalidad que va a tener al niño porque desde el vientre materno ya va grabando emociones. En definitiva, tanto por la salud de la madre como la del futuro bebé, es importante sentirnos queridas durante esta etapa.