La lactancia materna es el proceso por el que la madre alimenta a su hijo recién nacido. Generalmente no tiene porqué haberlos pero en ocasiones pueden darse algunos problemas durante este proceso. A continuación veremos algunos de ellos.
La lactancia materna: obstrucción de la leche
Se dice que hay obstrucción cuando se da una congestión del seno, dónde podría aparecer ganglios y enrojecimiento, y la leche materna no puedes salir adecuadamente. En este caso lo más importante es actuar de forma correcta desde el primer inicio de la obstrucción.
La obstrucción de la leche materna puede darse por diversas razones. Una posible causa es que el bebé no vacíe por completo un seno o casi no se alimente de este. En este caso se puede poner al recién nacido más tiempo en el seno en el que se tiene problemas, de esta manera intentar a estimularlo.
Otra razón que puede dar a una obstrucción de la leche materna es hacer uso de un sujetador demasiado apretado. En este caso sólo hay que utilizar un adecuado. Si los síntomas no desaparecen es necesario acudir al médico.
La lactancia materna: Mastitis
La mastitis seda cuando ha habido una congestión de la leche materna sin un tratamiento adecuado. En este caso se puede producir una infección de los senos llamada mastitis. Debemos tener en cuenta que la leche materna a la temperatura en la que se encuentra es un espacio perfecto para cultivar ciertos gérmenes.
Por otro lado, puede haber casos en que la mastitis no haya presentado síntomas previos te ningún tipo de congestión. En este sentido se habla de una mastitis debida a heridas en la zona de los pezones que no se hayan tratado de forma adecuada.
Podemos reducir el riesgo de mastitis infecciosa lavándonos muy bien las manos antes de manipular los senos. Además debemos prestar especial atención a cualquier síntoma como rojeces dolor, fiebre, poca salida de la leche u instrucción.
También es importante cambiar a menudo la posición a la hora de amamantar y además evitar interrumpir la lactancia. Contra la mastitis la mejor solución y la más eficaz es la propia succión del bebé. Si el problema no se resuelve en varios días es esencial acudir al médico.
La lactancia materna: Descompensación de senos
Esta afección es bastante común ya que suele suceder al producir una cantidad de leche mucho más elevada en un seno que en otro. El resultado es una descompensación bastante grande. Esta afección puede deberse a que no se deja amamantar al bebé el tiempo suficiente hasta vaciar los senos por igual.
En una misma toma es importante no forzar al bebé a alimentarse de ambos senos. Lo mejor es dejarle todo el tiempo que necesite en uno de ellos y no ofrecerle el segundo hasta que lo reclame. En la siguiente toma debes asegurarte de que el bebé empieza por el seno donde haya más leche materna. De esta manera conseguimos que ambos están estimulados por igual y su producción de leche materna sea similar.
La lactancia materna: dolor o grietas en los pezones
Si te duele o tienes grietas en los pezones las causas más comunes son la mala colocación del bebé respecto del pecho o incluso una mala succión por parte del pequeño. Esta situación, común en muchas mamás de lactantes, debe solucionarse puesto que será muy incómodo para la madre alimentar al recién nacido.
Para poner fin a este problema puedes probar distintas posiciones en las que colocar al bebé y encontrar aquella en la que ambos os sintáis más cómodos. De hecho existen cojines especiales y estupendos para este fin, que puedes comprar. Además de encontrar una postura cómoda puedes aplicar paños calientes sobre los senos justo antes de amamantar al bebé. De esta manera facilitará la salida de la leche y los pezones no se resentirán tanto con la succión del recién nacido.
Si tienes muchas grietas y te duele demasiado, además de acudir al médico, puedes utilizar pezoneras las cuales te ayudarán en la lactancia. Estos artículos protegen a los pezones de la fuerza de succión del bebé. También es muy recomendable aplicarte unas gotas de la misma leche materna tras cada toma, esto te ayudará con la irritación, el desgaste y el dolor. Igualmente puedes comprar cremas específicas para esta zona tan delicada y actuar así sobre las grietas ya existentes o bien evitar que se produzcan nuevas.
Signos de advertencia de problemas con la lactancia materna
Siempre que amamantes intenta observar la situación y a tu bebé. A veces hay signos claros que te están advirtiendo de que algo pasa. Los problemas en la lactancia debemos atajarlos de inmediato. Si ves que pueden existir algunos de estos síntomas, es importante reaccionar. Si no sabes que hacer debes acudir al médico.
- Las sesiones de lactancia materna del bebé son muy breves o extremadamente largas.
- El bebé aún parece tener hambre después de la mayoría de tomas.
- El recién nacido con frecuencia se salta sesiones de lactancia materna o duerme durante toda la noche
- A las dos semanas de edad, el bebé tiene bajo peso para su edad o no ha empezado a aumentar
- Después de siete días, el bebé tiene menos de seis pañales mojados y cuatro deposiciones al día, su orina es de color amarillo oscuro o tiene manchas rojas, o sus heces aún son oscuras en lugar de amarillas y sueltas
- Después de cinco días, la leche no ha bajado o no siente como que sus senos se están llenando de leche.
- Experimenta congestión severa de los senos
- La llenura y dureza de los senos no disminuye al final de alimentar a su bebé.
- El dolor severo interfiere con la lactancia materna.
- Después de una semana o dos, no observa la sensación asociada con el reflejo de cuando baja la leche.
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