Se entiende como «rivalidad entre hermanos» los sentimientos y acciones competitivas que ocurren frecuentemente entre los niños en la familia. La rivalidad entre hermanos suele tener su origen en las edades más tempranas y el conflicto se produce por el deseo de acaparar el cariño y la dedicación de los padres. Están muy relacionadas con los celos y envidias provocados por distintas situaciones.
El comportamiento de los padres puede hacer que se minimicen los efectos y que esa rivalidad se vaya diluyendo, o por el contrario que aumente y se acabe convirtiendo en un problema. Los padres deben ser extremadamente cuidadosos en intentar ser equitativos y justos en los premios y castigos entre sus hijos. Es normal que entre hermanos exista cierta rivalidad, especialmente si son del mismo sexo y de edades cercanas, esto es debido a que compiten en un mismo nivel en cuanto a privilegios y obligaciones dentro del ámbito familiar. Sin embargo, intente evitarlo siempre que pueda.
¿Qué podemos hacer para evitar esta rivalidad entre hermanos?
- Trate a cada hijo como un individuo diferente ya que tienen diferentes privilegios y responsabilidades porque son individuos diferentes.
- Respete el espacio, juguetes, y tiempo de cada hijo.
- No beneficie a uno y perjudique a otro.
- Evite el calificar o comparar un hijo con el otro.
- Si tiene un hijo mayor y acaba de tener un bebé, haga partícipe al hermano del cuidado del nuevo miembro.
- Tenga expectativas realistas acerca de cómo sus hijos se deberían llevar, cooperar, compartir, y gustarse.
- Refuérceles positivamente cuando se lleven bien.
- Haga que cada niño se sienta especial e importante.
- Haga juegos con los dos hermanos y que sea en igualdad.
Imagen: desarmate