La subida de la leche es un asunto que frecuentemente preocupa a las madres. Sucede después de aproximadamente tres días de dar a luz y a menudo la subida de la leche viene acompañada de un estado de ánimo depresivo, también llamado depresión postparto.
Los pechos pueden estar calientes, hinchados y doloridos. Puedes aliviar el dolor con compresas frías cuando no estés dando de mamar. Sin embargo, cuando estés alimentando al bebé, poner paños con calor secos sobre el pecho hará que la leche salga con más facilidad.
Después de unos días no te sentirás tan molesta. La lactancia es un proceso completamente nuevo para tu cuerpo y todavía se tiene que acostumbrar a él. Cada pecho es diferente y cada niño succiona de una manera. Tu hijo y tú necesitáis un tiempo para acostumbraros, pero merece la pena tener paciencia. No tires la toallas ante la primera dificultad. Recuerda que la lactancia es el mejor regalo que puedes hacerle a tu bebé.
Si hablas con otras mujeres comprobarás que no siempre se desarrolla sin problemas. Algunos niños no son capaces de succionar desde el principio y necesitan un tiempo para aprender a hacerlo bien. Esto ocurre especialmente en niños prematuros. Sin embargo se pueden superar prácticamente todas las dificultades que surjan.
Una mastitis no tiene por qué ser motivo para dejar de dar el pecho. Existen diferentes maneras para superar estos problemas, por ejemplo con masajes.
A lo mejor tienes grietas en los pezones y te duelen mientras das el pecho o te separan de tu hijo después del parto, porque necesita un tratamiento especial. En estos casos es importante que intentes estimular y extraer la leche con una bomba eléctrica. Deberías empezar dos horas después del parto y extraer la leche cada tres o cuatro horas. Así estimularás la producción de leche y podrás darle la leche extraída. La leche materna es la alimentación natural para tu hijo. No sólo le sacia, sino que también le fortalece y le da seguridad.
No te desanimes si al principio tuvieras problemas, porque tengas los pezones invertidos, ni dudes si tendrás suficiente leche o estés esperando varios hijos. Con todos estos problemas te puede ayudar tu matrona o algún grupo de apoyo a la lactancia. La mejor prevención para no sufrir lesiones en los pezones es la colocación correcta del bebé y además tienes que saber porqué se produjeron las grietas en los pezones.