Existen dos tipos de lactancia, la lactancia materna y la lactancia artificial, así como una lactancia mixta. El mejor y más completo alimento para el bebé durante el primer año de vida es la lactancia materna, aunque pueden surgir situaciones en las que no sea posible amamantar al bebé, bien por motivos laborales, sociales, psicológicos, etc…, donde la madre deba escoger la leche artificial cómo método de alimentación para su hijo.
Cuando se recurre a la lactancia artificial, al bebé se le proporciona leche de vaca que se ha modificado para que sea lo más parecida a la leche de la madre. Las leches adaptadas contienen los componentes necesarios para cubrir las necesidades del bebé.
En este tipo de alimentación lo más importante es la correcta preparación de los biberones. Para la correcta alimentación del bebé, será el pediatra quien recomiende el tipo de leche artificial a elegir por la madre según las características y edad del bebé. La composición de todas las fórmulas del mercado es parecida pero no igual, de ahí que deba utilizarse la recomendada por su pediatra.
Las leches artificiales se pueden dividir en dos grupos:
1.- Leches de inicio:
Las leches de inicio se elaboran a partir de la leche de vaca, cuya formulación se modifica para adaptarla a las necesidades del lactante desde el nacimiento hasta los 5-6 meses de vida. Su composición está estrictamente controlada y debe cumplir unos requisitos muy exigentes.
Existen una gran variedad de marcas y variedades de leches para lactantes, disponibles en la farmacia o en los establecimientos de alimentación, que se presentan en polvo o líquidas. Antes de decidirse por alguna, es necesario consultar siempre con el pediatra, quien te recomendará la fórmula más adecuada.
Los fabricantes de leches de inicio ponen a disposición de los pediatras una amplia gama de marcas y variedades para satisfacer las necesidades particulares de cada bebé.
2.-Leches de continuación:
Se utiliza desde los 5-6 meses hasta los 12-15 meses. Durante este período de tiempo la leche sigue siendo el alimento principal de la dieta del bebé, ya que cubre al menos el 50% de las calorías diarias que necesita.
Forman parte de una alimentación mixta en la que los nutrientes también son aportados por otros alimentos que se introducen en la dieta paulatinamente (frutas, cereales sin gluten, verduras, etc.). Aunque la alimentación sea mixta, se debe mantener la ingesta de 500 ml. de leche al día.
La leche de vaca que se utiliza para su elaboración pasa por una serie de modificaciones para adecuarla al bebé. Los principales cambios se basan en disminuir la concentración de proteínas, sustituir parte de la grasa láctea por grasa vegetal y adicionar lactosa y vitaminas.