Fresca, dulce, aromática, la fruta típica del verano constituye una fiesta de colores y sabores capaces de seducir incluso a los paladares más difíciles. Además de estar muy rica, es un auténtico tesoro para la salud.
Gracias a los alegres colores y a su dulce sabor, la fruta del verano les encanta a los niños. Fresas, cerezas, melones, sandía, melocotones… las frutas del verano quitan la sed y son refrescantes, nos devuelven las sales minerales eliminadas a través del sudor, contienen azúcares que tonifican y proporcionan energía y son una auténtica fuente de vitaminas y minerales y de factores protectores para todo el organismo.
Estas frutas también nos ayudan a combatir el bochorno y el calor, y gracias a la complicidad de sus alegres colores y de su dulce sabor, son frutas que gustan mucho a los niños. Sienten una especial simpatía por ellas. Además de las características que tienen en común, cada una de las frutas cuentan con sus propiedades específicas.
Características de las frutas de verano:
- Las fresas es rica en vitamina C. Contiene ácido elágico, una sustancia que ejerce una función antitumoral.
- El arándano tiene antocianinas, pigmentos que desarrollan una acción positiva en nuestro organismo, pues mejoran la sensibilidad de la retina y alivian los trastornos circulatorios.
- Frambuesa contiene mucha fibra, garantiza buena cantidad de sales minerales.
- Cereza contiene abundantes vitaminas A, B Y C.
- Albaricoque: elevado contenido en vitamina A en forma de betacaroteno que resulta ideal para proteger la piel de los rayos del sol y favorecer un bronceado natural.
- Melocotón: elevado contenido en agua, y por ello es una de las frutas más refrescantes.
Imagen: imperiobebe