La investigación en materia reproductiva es un hecho imparable que está aportando múltiples soluciones a parejas que hasta ahora no podían tener hijos. Y la cifra de éxitos va en aumento. En condiciones normales, una mujer fértil debería conseguir quedarse embarazada en el plazo de un año. Sin embargo, en algunos casos es preferible no esperar y solicitar asesoramiento. Por ejemplo, si la mujer tiene más de 35 años, o si hay enfermedades de transmisión hereditaria en la familia o antecedentes de anomalías genéticas, los especialistas pueden recomendar cuál sería la técnica más idónea.
Éstas son algunas de las técnicas más utilizadas:
Inseminación artificial: Consiste en la colocación antifical del semen en el interior del útero de la mujer, dejando que se produzca la fecundación de forma espontánea, aunque en las mejores condiciones posibles. Para ello se prepara a la mujer con fármacos que estimulen la producción de varios óvulos en un mismo ciclo y también se prepara el semen con el fin de concentrar y seleccionar el mayor número de espermatozoides móviles. El semen puede proceder de la propia pareja o de donante. Actualmente, se está aplicando una técnica revolucionaria que consiste en el «lavado de semen» antes de la inseminación o de su utilización en cualquier otro método de reproducción. Esto permite, por ejemplo, eliminar el virus de la Hepatitis C o el virus del sida en hombre portadores evitando la transmisión de la enfermedad a la madre o al feto.
Fecundación In Vitro (FIV): La fecundación se realiza en el laboratorio y en condiciones óptimas. El óvulo se rodea de millones de espermatozoides, dejando que la fecundación se produzca al azar. Consta de 6 fases: estimulación del ovario con hormonas, extracción de los óvulos obtenidos, inseminación de los mismos; cultivo in vitro del embrión, transferencia embrionaria al útero de la madre donde se implantará y congelación del resto de embriones no utilizados. Tanto los óvulos como los espermatozoides empleados pueden proceder de donantes jóvenes, con lo cual se incrementa notablemente el éxito de la fecundación.
Inyección Intracitoplásmica de Espermatozoides (ICSI): En este caso se realiza directamente la fecundación en el laboratorio. Se introduce un solo espermatozoide en el interior de cada óvulo. A diferenica de la FIV, puede realizarse con muestras de semen de bajísima calidad: incluso en casos de ausencia total de espermatozoides en el eyaculado, en los que los espermatozoides se obtienen directamente del epidídimo o del testículo, mediante biopsia testicular.