Durante la primera semana o dos, los movimientos de tu bebé serán un tanto bruscos, como espasmos. A veces parecerá que tirita y que sus manos tiemblan. Se sobresaltará fácilmente cuando le muevan o escuche un sonido. Si te parece que tu bebé está sensible y asustadizo prueba a acunarlo, acurrucarlo junto a ti o a envolverlo en una manta.
Todo esto cambiará en torno al primer mes, ya verás. A medida que madure su sistema nervioso y mejore su control muscular, estas sacudidas y temblores darán paso a movimientos de piernas y brazos más suaves, como si estuviera montando bicicleta o ‘cazando moscas’.
Si acuestas a tu bebé boca abajo, es probable que haga movimientos de gateo y que empuje con los brazos hacia arriba.
Los músculos del cuello de su bebé también se desarrollarán rápidamente después del primer mes. Prueba a ponerlo boca abajo. Verás como levanta la cabeza y la gira a ambos lados. Sin embargo, no podrá sostener la cabeza hasta aproximadamente tres meses, así que hasta este momento, cuando lo cojas, sostenle el cuello.
A tu bebé, sus manos le encantarán y se entretendrá mucho mirándolas y moviéndolas. Los movimientos de los dedos son limitados, pues sus manos van a estar casi todo el tiempo encogidas y con los puños cerrados la mayoría del tiempo. Pero sí podrá flexionar los brazos y llevarse las manos a la boca y ponerlas en su línea de visión. Aunque no puede controlar las manos de manera precisa, las mirará fijamente.
Estará fascinado con sus propias manos durante el primer año de vida.
Muchos de los movimientos del bebé todavía serán reflejos al inicio de esta etapa. Por ejemplo, cada vez que mueva su cabeza pondrá una “posición de defensa” y estirará sus brazos cuando escuche algún estruendo o sienta que va a caerse. La mayoría de estos reflejos son comunes para los recién nacidos y comenzarán a desaparecer en el segundo o tercer mes. A partir del tercer mes, darán lugar a movimientos más sutiles e intencionados.
Las piernas de su bebé también se fortalecerán y volverán más activas. Durante el segundo mes, comenzarán a enderezarse y ya no tendrán la curvatura que tenían cuando eran recién nacidos. Aunque sus patadas todavía serán por reflejo, rápidamente adquirirán más fuerza, y para el final del tercer mes, es probable que ya pueda darse la vuelta estando boca arriba.
Otro reflejo de recién nacido es el reflejo de desplazamiento, que le permitirá dar unos pasos cuando le sostengas debajo de los brazos, mientras sus pies tocan el suelo. Probablemente en alguna de las primeras revisiones tu pediatra le haya cogido de este modo para mostrarte el gesto, que es de lo más gracioso. Este reflejo desaparecerá cuando cumpla alrededor de seis semanas y no volverá a aparecer hasta que empiece a caminar. Cuando cumpla tres o cuatro meses, podrá flexionar y estirar sus piernas cada vez que lo desee.