Durante muchos años se ha debatido el tema del dolor en fetos, es decir, aquellos bebés que aún no han nacido y se encuentran dentro de la madre. Son muchos los estudios que se han hecho respecto a este tema. Con esto se relaciona el polémico tema de los abortos en los que hay gente a favor ya que considera que el feto no sufre, y otros en contra ya que opinan que desde el momento en el que se crea un bebé, ya es un ser humano.
Las investigaciones más recientes apuntan a que los fetos carecen de una circuitería neuronal para sentir el dolor hasta, por lo menos, las 29 semanas de gestación, es decir, hasta los siete meses aproximádamente. Aunque su tálamo reciba señales de dolor, éstas no son interpretadas como tales. Además, el gestante permanece todo el embarazo en un estado de inconsciencia, algo así como en un sueño profundo en el que no puede sentir el dolor.
Se ha visto que a las 22 semanas de gestación, el feto ya muestra actividad cerebral, aunque en forma intermitente. Dos semanas después, la señal será continua. Es entonces cuando aparecen unos patrones básicos de sueño y vigilia. La semana 26 se establecen las primeras conexiones cerebrales, un proceso que se realiza en forma más acabada en la semana 30. Asimismo, se ha observado que fetos en el tercer trimestre tienen cierta habilidad de aprender.
Es mucha la información que sabemos sobre los fetos, pero lo cierto es que centrándonos en el dolor, podemos negar que éstos lo sientan antes de su nacimiento.