Si durante el embarazo te baja la tensión es fácil que sufras mareos. No te preocupes, es normal que te suceda en la primera mitad de la gestación porque en tu estado el cuerpo produce algunas sustancias vasodilatadoras y la sangre circula más lentamente. Cuando estás embarazada, tu sistema cardiovascular está sujeto a cambios drásticos: aumentan las pulsaciones, tu corazón bombea más sangre por minuto y la cantidad de sangre de tu cuerpo aumenta de un 40 a un 45 por ciento. Cuando te sientas, la sangre se acumula en los pies y la parte inferior de las piernas. Si tu cuerpo no logra adaptarse cuando te paras, es porque no regresa suficiente sangre desde las piernas al corazón. Como resultado, la tensión arterial baja rápidamente y puede ocurrir que te desmayes.
Si te acuestas del lado izquierdo, aumentará el flujo de sangre hacia el corazón y en consecuencia, hacia el cerebro. Seguramente esto impedirá que te desmayes y es posible que también reduzca la sensación de mareo. Además, procura llevar siempre un abanico y si notas que te mareas date un poco de aire, quítate algo de ropa y colócate en un lugar fresco; si puedes, refréscate con agua. Después tómate una bebida azucarada, un café o un puñadito de frutos secos que te ayudarán a recuperar el nivel de azúcar en sangre. Si durante el embarazo no paras de sufrir desmayos, lo que debes hacer es acudir a tu médico para que te trate y vea si hay algún problema de lo que preocuparse.