Al nacer, los pies del bebé miden un tercio de lo que medirán cuando sea adulto. Al año de edad, ya alcanzan la mitad de su tamaño final. Además de esta diferencia de tamañom los pies del peque difieren mucho de los de un adulto. Tienen una capa de grasa, lo que los hace más blandos y redondos que los de una persona mayor. Además, suelen inclinarse hacia adentro (por la postura del bebé antes de nacer). Esto se va suavizando conforme el bebé va creciendo.
Los pies del bebé crecen conforme van pasando los meses. Hay niños que empiezan a caminar con las piernas arqueadas y los pies hacia adentro. Muchos papás se preocupan por este motivo pero no tiene la menor importancia, es una forma natural de cuando el bebé empieza a caminar. Hace años, los papás se preocupaban mucho cuando los niños andaban y les temblaban los tobillos y tenían los pies planos. Ellos se pensaban que necesitarían algunos zapatos especiales. Sin embargo, se ha demostrado que los niños no tienen los pies planos. Todo lo que se necesita para caminar es práctica y aprender a realizar el movimiento general que hacen todas las personas. Mediante esta repetición, los ligamentos se endurecen.
Una curiosidad es que estudios han demostrado que en ciertas culturas en los que los niños andan descalzos, tienen menos problemas en los pies que en nuestra civilizada cultura en los que les ponemos zapatos a los niños desde que ya tienen meses. Los bebés descalzos desarrollan unos músculos más coordinados y fuertes que los niños que llevan calzado. Se recomienda usar zapatos sólo para el exterior mientras que por casa, lo mejor es andar descalzos.