Más del 80% de los bebés tienen alguna marca de nacimiento, algunas permanecen de por vida, mientras que otras conforme pasan los años, desaparecen. Las manchas que tienen estos bebés al nacer, son manchas vasculares que provienen de un desarrollo anormal de los vasos sanguíneos bajo la superficie de la piel. La marca de tu bebé parece un angioma plano. Estas manchas de las que hablamos suelen ser manchas de color salmón, rosa pálido o púrpura. Suelen aparecer más de una aunque las de la cara son las que más se notan. Las manchas que aparecen en la cara se llaman besos de ángel y suelen desaparecer a los 2 años.
Aunque las manchas suelen aparecer en cualquier parte del cuerpo, la cara es la más común. En general, si una mancha no tiene una localización de riesgo (párpados, boca…) es mejor dejarla y esperar, por el contrario, debemos consultar con el médico. Nunca hay que quedarse con la duda cuando el recién nacido tiene manchas. Puede ocurrir que una simple marca pase desapercibida por los padres, pero que traiga consigo una valiosa información respecto de alguna enfermedad que el bebé desarrollará posteriormente. Por el contrario, puede ser una mancha de gran tamaño y ser sólo una distracción estética sin importancia.
En definitiva, sea una marca grande, pequeña, roja, café, protuberante o no, esté en el rostro o en otra parte del cuerpo, y aunque parezca inofensiva, los padres deben consultar a su pediatra y confirmar su naturaleza. Se advierte que si hay algo malo en estas marcas, lo mejor es realizar un diagnóstico precoz.